Cuando Dana Griffin-Graves creó una divertida sorpresa para anunciar a su marido Arkell que estaba embarazada, sabía que él reaccionaría de forma emotiva, pero nunca se le ocurrió que se pondría a llorar de la alegría.
Sin embargo, sabiendo que lo han pasado muy mal durante todo el tiempo que han intentado tener hijos, la respuesta de Arkell es muy significativa. La pareja lleva intentando tener descendencia desde su boda, hace casi 17 años, pero después de sufrir 4 abortos y dar a luz un mortinato, se iban a rendir.