Lapatilla
La devaluación de las monedas de países emergentes frente al dólar afecta la vida cotidiana de millones de personas, al encarecer los productos de importación y disparar la inflación.
AFP
Las tasas de cambio centrarán sin duda parte de las discusiones de la reunión semestral del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, así como de los ministros de Finanzas del G20 de potencias industrializadas y emergentes, que se celebrarán esta semana en Lima.”Antes podíamos comprar tres botellas de aceite de cocina (por mes), pero ahora compramos solamente dos y a fin de mes lo reemplazamos por cacahuetes molidos”, cuenta Gibson Chivunda, empleado de una tienda de productos electrónicos en Lusaka, la capital de Zambia.
La moneda zambia, el Kwacha, perdió la mitad de su valor frente al dólar desde inicios de año. “Los productos importados son demasiado caros. Las tiendas los cambian varias veces por día”, agrega este padre de familia, de 38 años.
Jairo Tuta, profesor de tecnología de un colegio de Bogotá, de 35 años, estima en un 40% la pérdida de su poder adquisitivo a causa de la depreciación del peso, y ahora planifica sus compras de productos de primera necesidad “para todo el mes”, a fin de adelantarse a la carrera de precios.