Al menos tres grandes cadenas de producción de Sidor están paradas desde hace tres semanas por escasez de insumos y repuestos, en especial, toda la línea dedicada a la fabricación de cabillas, publica Correo del Caroní.
En paralelo, la directiva de la Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro (Sidor) ha informado de una parada “general extraordinaria” de mantenimiento en la planta que, para delegados y trabajadores, es una manera de encubrir la casi completa paralización de la planta.
La reciente importación de 3.500 toneladas de cabillas anunciadas por el Gobierno no solo ha preocupado a los trabajadores, sino desanimado a quienes esperan por las tan anunciadas inversiones en planta.
El delegado del tren de Barras y Alambrón, Luis Alfonzo, denunció el domingo que la falta de rodamientos ha parado toda esa línea de producción y que, desde agosto, han estado trabajando de manera intermitente. Para arrancar el tren, deben trabajar con un solo par de rodamientos que solo permite tener una de las dos líneas en funcionamiento, y no ambas como es el deber ser.
“Si se hubiese utilizado ese dinero (el de la importación de cabillas) para comprar un juego de rodamientos tuviésemos los dos trenes activos”, calculó Alfonzo, quien apuntó que 3.500 toneladas de cabillas es el equivalente a menos de una semana de producción en Sidor.
En mayo de 2011, el entonces presidente de Sidor Carlos D’Oliveira comprometió con aportar 30 mil toneladas mensuales de las barras de acero a la Gran Misión Vivienda Venezuela, que recién había salido lanzada por el presidente Hugo Chávez.
Otra importación
La paralización de la acería de Palanquillas, desde hace tres semanas, les hace prever que, además, en al menos un mes volverán arrancar, mientras llegan insumos a la acería.
El delegado, Carlos Ramírez, confirmó que la falta de ladrillos refractarios tiene paralizado los hornos en el corazón de la siderúrgica. Aunque el barco de importación está previsto para el 11 de este mes, la falta de carburante para producir acero de medio carbón podría paralizar de nuevo la producción.
Los refractarios, porcentaje que antes era cubierto con producción local, ahora debe ser importado porque las plantas tomadas por el Gobierno están inoperativas.
Pese a que el Ejecutivo anunció la instalación de una mesa técnica, junto a la Corporación Siderúrgica, hasta ahora la única solución -así como con la producción de cabillas- ha sido la importación.
Los trabajadores de CVG Refractarios han protestado, prácticamente, desde su nacionalización en 2010 exigiendo materia prima para arrancar operaciones. A la par, ninguno de los cinco presidentes que ha pasado por la fábrica ha logrado producir de manera sostenida en la antigua Cerámica Carabobo, división refractaria.
¿Cuál mantenimiento?
Sin embargo, a los trabajadores les preocupa que se siga encubriendo la realidad de la planta y no se atienda la producción.
Recientemente, Sidor informó de un mantenimiento general extraordinario. El exdirigente sindical y ahora director, José Clemente Tatá, destacó que la jornada “extraordinaria” se realiza en paralelo a una parada programada en Planta de Pellas, y se ejecuta con recursos propios de la empresa.
La finalidad, dijo, es “atender los requerimientos planteados por la clase obrera, quienes a través de las diversas mesas de trabajadores, han detectado los puntos críticos de cada área industrial”.
Y aunque el mantenimiento se ejecuta en la Planta de Pellas al tiempo previsto, informó el delegado José Leonardo Giménez, esta es solo para colocar en funcionamiento una de las dos líneas, la Línea B.
Hasta los momentos, indicó, se ha avanzado en la recuperación de refractarios y rieles, dos de los puntos más críticos y creen que en 12 días puedan concluir los mantenimientos. Durante la jornada, dos trabajadores se han accidentado haciendo reparaciones a las condiciones críticas.
Los recursos y algunos repuestos agilizados por la empresa llegan después de que los trabajadores reclamaran las condiciones inseguras en planta y el riesgo operativo para el personal.
En otras áreas
Ramírez desmintió, sin embargo, que se haga una jornada de mantenimiento. “Allí no hay nada, eso es mentira”. “Ese es el embuste más grande que le pueden decir a la gente”, dijo.
El delegado del Tren de Barras y Alambrón, Carlos Alfonzo, respondió que no puede haber “mantenimiento cuando tienes una escoba y un trapo, cuando sabes que de verdad hay insumos para mejorar líneas. Lo que se está es disfrazando las fallas que hay en la planta”.