Estados Unidos consideró este miércoles que falta “mucho trabajo” para regularizar los lazos diplomáticos con Venezuela, tras semanas de tensiones bilaterales, dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
AFP
“Es una relación complicada. Es una democracia imperfecta y obviamente queremos ayudar a ver esta relación mejorar”, dijo Kirby, usando el mismo calificativo del secretario de Estado John Kerry sobre el sistema político venezolano.
“Pero creemos que hay mucho trabajo que se debe hacer”, añadió el vocero.
Venezuela “ha hecho avances” en “ciertos aspectos de gobernanza”, dijo Kirby sin dar detalles, pero “hay más avances que necesitan hacer y que quisiéramos verlos hacer”.
Y luego de varios encuentros del enviado estadounidense, Thomas Shannon, con el gobierno venezolano este año Kirby afirmó: “espero completamente que el diálogo continúe”.
La relación entre los dos países, que carecen de embajadores desde 2010, sufrió una crisis en marzo pasado cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, firmó un decreto que calificaba a Venezuela de “amenaza” y sancionaba a siete funcionarios del gobierno venezolano por abusos de derechos humanos.
Washington y Caracas iniciaron luego conversaciones para impulsar un acercamiento diplomático, y a inicios de septiembre sus cancilleres sostuvieron una llamada telefónica.
Pero las tensiones volvieron tras las críticas del jefe de la diplomacia estadounidense a la condena a casi 14 años de cárcel del líder opositor venezolano Leopoldo López, el pasado 10 de septiembre, por la violencia durante las protestas contra el presidente venezolano Nicolás Maduro de 2014.
Maduro declaró entonces bajo revisión “toda la relación que veníamos constituyendo con el gobierno de Estados Unidos” y el pasado fin de semana cuestionó que después de un año Washington no haya otorgado el beneplácito al embajador designado por Caracas.
Esta semana acusó a Kerry de “abuso” e injerencia, por sus críticas al sistema político venezolano.
Maduro asegura que existe una “conspiración” desde Estados Unidos, en alianza con la oposición venezolana, para desestabilizar a su gobierno de cara a las elecciones legislativas de diciembre.
Por su parte Washington ha denunciado la persecución contra opositores en Venezuela, exige la observación internacional en los comicios y ha expresado preocupación por el narcotráfico en ese país.
La Casa Blanca acusó en septiembre a Venezuela de “fracasar manifiestamente” en la lucha antidrogas, y colocó nuevamente a ese país, junto a Bolivia y Myanmar, en su lista negra en la materia.