Entre la vida y la muerte se debate Raquel Rincón Márquez, una joven de 18 años de edad, de nacionalidad colombiana, pero residenciada en Guasdualito, en el Estado Apure venezolano, en la frontera con Colombia, quien perdió a su bebé de ocho meses de gestación tras la negación de las autoridades del vecino país de permitir el paso del vehículo en el que era llevada por el puente internacional José Antonio Páez para ser trasladaba al hospital San Vicente en Arauca, publica El Tiempo de Bogotá.
Rosalba Márquez, madre de la paciente, relató que su hija presentó un fuerte dolor de cabeza en las primeras horas de la noche del miércoles, el cual se agudizó en la madrugada de ayer jueves, lo que conllevó a su traslado al centro médico en territorio nacional.
Lo que no esperaba la angustiada madre era encontrar la negativa de las autoridades venezolanas para permitir el paso del vehículo.
La mujer señaló que ante la situación se requirió el servicio de una ambulancia, la cual nunca llegó. Durante 20 minutos de espera, Raquel Rincón Márquez convulsionó en cinco oportunidades y finalmente tuvo que ser llevada hasta la unidad de urgencias del hospital de Arauca en una patrulla de la Policía Nacional.
“Yo les pido a las autoridades venezolanas que cuando vean un caso de emergencia como estos que autoricen la apertura de la frontera, son casos demasiado urgentes y que la vida está por encima de un ser humano, una vida no se puede perder por un trancón”, dijo Rosalba Márquez.
Según la explicación entregada por los médicos del centro asistencial a los familiares, de no haberse interrumpido el paso por el puente fronterizo que le implicó una larga espera a la joven, se hubiera logrado salvar la vida al pequeño, al igual que las convulsiones que le ocasionaron daños irreversibles en su cerebro.