El sexto obispo de la diócesis de Margarita, Fernando Castro Aguayo. tomó posesión de la sede eclesiástica este sábado en una misa solemne, que fue inaugurada por el nuncio apostólico del Vaticano en Venezuela, monseñor Aldo Giordano.
César Noriega Ramos / El sol de Margarita
Desde la Catedral de La Asunción, monseñor Castro Aguayo ratificó su sintonía con el llamado del papa Francisco de construir una Iglesia que recupere la “vida cristiana natural”.
“Hoy en día la fe está a prueba, el mismo Francisco lo dice. El gran riesgo del mundo actual con su múltiple y abrumadora oferta es una tristeza individualista que brota en un corazón cómodo y avaro y la búsqueda enfermiza de placeres superficiales”, dijo Castro Aguayo.
El flamante obispo de Margarita tiene 64 años y es oriundo del estado Apure. Completó la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad Católica Andrés Bello. Cuenta con un doctorado en Teología de la Universidad de Navarra en España.
Castro Aguayo recibió la ordenación sacerdotal en 1984 de manos de san Juan Pablo II en Roma. Está adscrito en la prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. En 2007 recibe el grado de obispo. Antes de asumir la sede de Margarita, se desempeñaba como obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas.
El obispo se dirigió a las autoridades para expresarles su intención de facilitar el diálogo social. “Quiero ser un instrumento de diálogo, armonía y de paz. Esto va dirigido a todas las autoridades, quiero ser un puente que una a todos los ciudadanos en la búsqueda del bien común, que es lo que quiere el Señor para todos”.
La convocatoria del papa Francisco a un jubileo extraordinario en torno a la misericordia fue citada por Castro Aguayo como una providencia del Señor, ya que enfocará su ministerio episcopal en desarrollar este valor cristiano.
“La obra de evangelización en Margarita requiere un anclaje muy especial en el misterio de la misericordia del Señor”, dijo el obispo.
La misericordia que resaltó el Papa, se preguntó monseñor Castro Aguayo, ¿no será una llamada para mirar con más indulgencia, es decir con más misericordia, verdad y justicia, los acontecimientos que nos rodean?”.
Prioridades
La juventud y la familia son los grupos de atención prioritaria en la responsabilidad que asume el nuevo obispo de Margarita.
A los jóvenes les recordó el llamado del papa Francisco: “vayan sin miedo para servir”. Castro Aguayo recalcó que la Iglesia debe ser una institución “en salida”, que atienda a los que más necesidades tienen.
Respecto a la familia, monseñor la definió como la vocación que la mayoría de los jóvenes deciden realizar, por lo que resaltó la importancia de formarse para el matrimonio y cuidar este sacramento como la unión de un hombre y una mujer.
Como tarea prioritaria, Castro Aguayo identificó la evangelización, por lo que rogó por que cada vez más jóvenes concreten su vocación hacia el sacerdocio o a la vida religiosa, en el caso de las mujeres.
“El objetivo del ministerio episcopal, una frase lo recoge todo: que Jesucristo sea conocido y amado”, dijo Castro Aguayo.
En la conclusión de su sermón inaugural, el obispo se refirió a la Virgen del Valle, de quien se declaró devoto.
En relación a la Patrona de Oriente, rogó a los cielos para que toda la sociedad margariteña y fieles de la Virgen en todas partes sean iluminados e inspirados en la construcción de un santuario para Nuestra Señora del Valle.
Designación
El obispo de Margarita, Fernando Castro Aguayo, designó al presbítero Darío Salazar como vicario general.
Este cargo es el segundo al mando de la diócesis, después del obispo.
El puesto de administrador diocesano se disolvió cuando la Diócesis de Margarita fue asumida por el nuevo obispo tras un año de sede vacante.