Cada año miles de tortugas lora regresan al sitio donde nacieron décadas atrás para desovar, lo que constituye un espectáculo natural que deslumbra a miles de turistas en la remota Playa Ostional, en el Pacífico de Costa Rica.
Douglas Marín/ EFE
Para llegar a Ostional, en la provincia de Guanacaste, unos 400 kilómetros al este de San José, es necesario aventurarse por calles de lastre, polvo, carreteras en mal estado y hasta cruzar un río donde no existe puente.
En el segundo semestre de cada año comienza la temporada de desove de la tortuga lora (Lepidochelys olivacea), una especie marina que tiene en el Refugio de Vida Silvestre Ostional uno de sus santuarios en la costa del pacífico americano.
Con suerte es posible apreciar cientos de tortugas al mismo tiempo arrastrándose por la playa para buscar el sitio ideal donde hacer el nido y colocar sus huevos, un fenómeno que localmente se ha bautizado como “La arribada”.
Puede ocurrir una arribada de miles de tortugas cada mes, pero también hay algunas con menor cantidad de animales.
En un recorrido por la zona, Efe pudo ver durante la arribada de octubre decenas de tortugas que llegaron a la playa y a su lento ritmo hicieron los huecos en la arena con sus aletas traseras, para luego entrar en un estado de trance y poner los huevos.
Posteriormente, las tortugas proceden a cubrir el nido con arena que luego compactan con sus aletas, para finalmente regresar al mar.
Uno de los guías del lugar, Jonathan Cabalceta, explicó a Efe que cada tortuga puede salir a desovar hasta tres veces por temporada y en cada oportunidad pone entre 80 y 120 huevos, de los cuales aproximadamente solo un 1% sobrevivirá.
La temperatura de la arena juega un papel importante en este fenómeno natural, pues será la que defina si la cría es hembra o macho. Si el nido permanece a más de 30 grados centígrados la pequeña tortuga será un macho.
Las aves carroñeras como los zopilotes, se cuentan por decenas en Ostional, pues aprovechan para alimentarse de huevos que las tortugas no cubren bien o que encuentran tras picotear la arena insistentemente.
La tortuga lora, que puede llegar a medir 70 centímetros de longitud y pesar hasta 100 kilos, no corre peligro de extinción, pero sí se enfrenta a muchas amenazas que van desde la pesca indiscriminada y la basura en el mar, hasta el saqueo de sus nidos por personas que consumen o venden los huevos de manera ilegal.
A estos factores se ha unido recientemente la gran cantidad de turistas que se han acercado a Ostional este año, un fenómeno motivado por el auge de las redes sociales en internet.
El perfil de Facebook de la Asociación de Guías Locales de Ostional (AGLO) se popularizó al avisar cada vez que comienza una arribada, la cual puede extenderse por un periodo de entre tres y siete días.
En septiembre pasado este pequeño pueblo se vio prácticamente invadido por turistas locales y extranjeros, quienes desbordaron la capacidad de vigilancia de las autoridades y de los guías locales, lo que provocó un gran desorden en la playa durante una de las arribadas más grandes de los últimos años.
Tras esos hechos, el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y la Fuerza Pública aumentó el personal en la zona y junto a la AGLO, fortalecieron las medidas de vigilancia y orden.
Ahora solo se permite entrar en la playa a grupos de máximo diez personas acompañadas por un guía y por un breve periodo que va entre 30 minutos y una hora.
Efe pudo observar decenas de turistas en el lugar, quienes apreciaron el espectáculo natural y también conocieron el trabajo que realiza la asociación de desarrollo de la comunidad.
Esta asociación, que funciona como una cooperativa, es la única organización en el país que cuenta con los permisos para extraer huevos de tortuga y comercializarlos, una actividad que le ha traído beneficios económicos y sociales a los pobladores del lugar.
Dada la gran cantidad de tortugas que desovan en Ostional, las autoridades permiten que la comunidad extraiga como máximo un 15 % de los huevos.
Ostional ahora tiene el reto de garantizar la conservación de la especie y al mismo tiempo aprovechar de manera sostenible los beneficios que el turismo trae a la comunidad. EFE