El diputado al Consejo Legislativo del Estado Carabobo y miembro de la Comisión de Ambiente y Desarrollo económico, Julio César Rivas, lamentó que el Gobierno de Venezuela continúa sin resolver los problemas de primera necesidad que tanto afectan a la población, debido a que el Estado ha asumido el control de cientos de empresas privadas, limitando la libertad económica que debería prevalecer en el país, haciendo cada vez mas difícil la libertad política.
Nota de prensa
El legislador indicó que un gobierno que dirige todo el sistema económico es el mayor monopolista que cualquier país pueda imaginar, “tal gobierno dispone de un poder absoluto para determinar qué se nos da y en qué condiciones, pudiendo no sólo decir qué mercancía y servicio se nos ofrece, si no también en qué cantidades. De igual forma, dirige la distribución de estas mercancías por zonas y grupos, entregándole en su mayoría a determinadas personas a su conveniencia”.
Rivas mencionó que su propuesta se basa en la libertad de elección, en una sociedad basada en la libre competencia y que en ella resida el hecho que tiene el ciudadano de satisfacer sus propias necesidades, y si en determinada circunstancias un empresario, proveedor o servicio no puede satisfacerlas, insistió en que son los vecinos quienes deben tener la libertad y el derecho de escoger qué quieren o a quién lo compran, y no estar al arbitrio de aquellos que, asumiendo competencias y poderes que no les competen, tengan a la población subyugada a acceder una mercancía, productos o servicios según el designio que al gobierno le provoque.
A su juicio el Estado debe encargarse de lo que realmente le corresponde, permitiendo que los ciudadanos compitan en una economía libre, sin interferir en ello y evitando los continuos nichos de corrupción.
Julio Rivas señaló que recientemente el decreto número 2.044 de la Gaceta 40.742, refleja que el Estado está conformando una Corporación Socialista Automotriz, evadiendo los verdaderos problemas que aquejan a los venezonalos. “Tenemos problemas en las áreas de alimentación, salud, seguridad, entre otros, hoy en día las protestas son por servicio básicos, y vemos a un Estado que hace esfuerzos millonarios en generar proyectos a nivel automotriz, cuando las protestas no son por falta de carros, lo que también interfiere en la economía del país pues no le permite a las grandes ensambladoras de vehículos competir entre ellas y ofrecer las mejores líneas a sus clientes”.
Para el parlamentario, otro caso evidente de corrupción es en materia eléctrica, en la cual hace varios años el gobierno venezolano asumió las empresas privadas de ese ramo. “Antes habían apagones y eran noticia, ahora es algo común, desde hace un tiempo hasta la fecha vemos demasiada deficiencia, anteriormente existían 10 helicópteros para supervisar la red eléctrica de manera preventiva y hoy sólo funcionan dos, lo que contrasta con que los contratistas del Gobierno, quienes deberían hacer el mantenimiento a esta red, y que en su mayoría fueron aprobados al decretar emergencias eléctricas, sin licitación alguna, estén paseando en sus yates por Europa o participando en los “Showroom en Washington”, mientras que la crisis eléctrica en el país empeora cada vez más”.