La fiesta aún no había acabado, pero Mayendri José Urdaneta Ortega, de 34 años, decidió marcharse antes. Caminó a las 4:30 de la madrugada del domingo por las calles de Fundabarrios, en San Francisco, a dos cuadras antes de llegar a la casa de la hermana, lo asesinaron, reseñó Panorama.
Le quitaron la vida a punta de pedradas. El cráneo se lo fracturaron con un pedazo de bloque que quedó a unos pasos del cadáver. La cara también la tenía desfigurada.
La calle estaba oscura y desolada. La mayoría de los residentes del barrio estaban encerrados en sus viviendas. Un vecino que se despertaba, apenas, para ir la iglesia, logró observar a dos hombres correr hacia un callejón.
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