Lo que para algunos es una situación inevitable con la que convivir para ella era un sueño. Jewel Shuping, una mujer de Carolina del Norte, en Estados Unidos, deseaba ser ciega a pesar de disfrutar de una visión totalmente normal. Y lo ha conseguido. Se echó destapador de cañerías en los ojos para perder por completo la visión, reseña ABC.
Sus familiares aseguran que desde niña, con apenas tres años, ya caminaba de noche por los pasillos a oscuras. Por ello, cuando alcanza la treintena, ha tomado la decisión de rociarse los ojos con disolvente que le ha destrozado las pupilas.
Shuping sufre de un comportamiento que responde a una disfunción conocida como desorden de identidad de la integridad corporal. Quienes padecen esta situación desean haber nacido con una discapacidad, así lo reconocen los expertos.
El trastorno de identidad de la integridad corporal o BIID (sigla de Body Integrity Identity Disorder) es una enfermedad psiquiátrica que provoca en el individuo afectado un irresistible deseo por amputarse una o más extremidades sanas del cuerpo.