Las teorías conspirativas sobre tumor cerebral del Papa Francisco invadieron la prensa italiana

Las teorías conspirativas sobre tumor cerebral del Papa Francisco invadieron la prensa italiana

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Teorías conspirativas dignas de una novela de Dan Brown surgieron el jueves en los medios italianos, llenas de acusaciones de que los enemigos del Papa Francisco buscaban perjudicarlo, después de que un diario reportó que tenía un tumor cerebral.

Reuters

El Vaticano negó enfáticamente el artículo del miércoles, calificándolo de irresponsable e inexcusable, pero en lugar de desaparecer, la saga se ha transformado en una historia de intriga y misterio.

“Quién quiere al Papa muerto”, decía el principal titular del diario Il Giornale. La Repubblica y La Stampa, ambos periódicos respetados, escribieron sobre la “sombra de un complot” en sus primeras planas.

La mayoría de los diarios concluyeron que la noticia era falsa. Pero en lugar de descartarla como un error periodístico, analistas y hombres de la iglesia en la tierra de Maquiavelo, el maestro de la astucia política, buscaron intrigas ocultas.

El denominador común fue que los enemigos del Papa dentro del Vaticano y de la Iglesia Católica quieren debilitar su autoridad, en momentos en que una reunión de obispos de todo el mundo sobre temas de la familia se acerca a su fin el domingo.

La Repubblica citó al obispo argentino Víctor Manuel Fernández temiendo una “estrategia apocalíptica” bien planeada contra Francisco por parte de los conservadores que quieren desestabilizar a la iglesia y bloquear sus intentos de cambiarla.

El conocido columnista político Massimo Franco escribió en el diario Corriere della Sera que la historia probablemente “se incubó en el Vaticano más oscuro y turbio y que buscaba deslegitimar al pontífice”.

La Stampa calificó la saga como parte de una “calumnia para bloquear el cambio”.

Todo empezó con un reporte del Quotidiano Nazionale que señaló que un médico japonés había visitado el Vaticano en enero para examinar al Papa y concluyó que tenía un tumor benigno que podría ser tratado sin cirugía.

EFE

El diario de la Santa Sede, “L’Osservatore Romano”, con la publicación de una nota breve y no firmada. ha resumido con una dureza inusual el clima que se vive estos días en el Vaticano al hablar de intentos de manipulación.

El diario vaticano se refería a la publicación de ayer por parte de un grupo de diarios de la noticia de que al papa se le había descubierto un pequeño tumor cerebral, justo en el momento en el que el Sínodo de los obispos llega a su fin y en el día en el que se publicaban importantes resúmenes de sus participantes.

Relaciones que mostraban divisiones y falta de valentía en la toma de decisiones respecto a cuestiones importantes de la familia actual, pero que se quedaron en segundo plano ante el shock de la noticia de un posible papa enfermo.

Pero la ya de por sí extraña historia del papa que viaja hasta Toscana en helicóptero para ser recibido por un médico japonés se suma a los escándalos que han estallado desde que comenzó el Sínodo de los obispos.

Nunca como en estas tres semanas el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha sido requerido tantas veces seguidas para explicar lo qué sucedía.

Por ello, los diarios de hoy en Italia no pueden más que titular con palabras como “misterio”, “complot” o “trampas contra el papa Francisco” y dedicar páginas a los convulsos días que se viven en la Santa Sede.

Para la prensa italiana, pero también para muchos prelados, todo esto no es casual.

La confesión del cura y teólogo polaco y miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Krysztof Charamsa, de que era homosexual y que tenía una pareja llegaba justo el día antes del inicio del Sínodo.

Después, la filtración de una carta con la supuesta firma de 13 cardenales dirigida al papa con acusaciones y críticas de cómo se desarrollaba el Sínodo volvía a causar escándalo.

Mientras que en Roma estallaba también la turbia historia de los supuestos festines de sexo y drogas de algunos sacerdotes de los Carmelitas Descalzos.

La sombra se alargaba.

Y el papa, con semblante serio, pedía por sorpresa durante la audiencia general perdón en nombre de la Iglesia por todos los últimos escándalos cometidos en Roma y en el Vaticano, pero sin citar a qué se refería.

“Es probable que se haya querido cometer una acción de disturbio. Un poco como la historia de Charamsa al inicio del Sínodo. Todos han entendido cuál era la intención, pero no nos hemos dejado manipular y no ha tenido ningún efecto en el Sínodo”, asegura el cardenal alemán Walter Kasper en declaraciones recogidas hoy por los diarios “La Repubblica” y “Corriere della Sera”.

Para Kasper, “quien siembra dudas sobre la salud del papa lo hace por otros motivos” y asegura que “es evidente que a algunos no les gusta este papa”.

El obispo y teólogo argentino Víctor Manuel Fernández habla incluso en una entrevista en “La Repubblica” de una “especie de estrategia apocalíptica, ya presente en la Biblia y desde siempre usada”.

Y añade: “Intenta desacreditar a quien tiene el poder, hablando mal de él y difundiendo noticias increíblemente falsas, de manera que las personas empiecen a pesar que es necesario que se produzca un cambio, que llegue otro”.

La noticia del tumor en el cerebro “es una noticia falsa difundida con malas intenciones, ya que hablar de esta manera es porque alguien tiene la voluntad de desestabilizarle”, añade el obispo argentino.

El columnista de “La Repubblica” Vito Mancuso titula su artículo sobre estos momentos en el Vaticano con un elocuente “los buitres”.

Y es que son días que tanto recuerdan a aquellos en los que las palomas dejaron el espacio a los famosos “cuervos” que sobrevolaron los cielos del pontificado de Benedicto XVI.

 

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