Hemos dicho una y mil veces que Venezuela necesita un cambio urgente de sistema político, pero cuando le damos contenido a esa afirmación solo hablamos de un estado democrático, donde se respeten los derechos humanos, donde haya estado de derecho, independencia y autonomía de los poderes públicos, con elecciones libres, justas y transparentes; ahora bien, hay un punto de suma importancia que no hemos desarrollado ni debatido y es si debe aumentarse la municipalización y con ellos convertirnos en un país mas descentralizado.
Uno de los objetivos de desarrollo del milenio es conseguir ciudades y comunidades sustentables, por lo que uno de nuestros argumentos en pro de la municipalización es que al tener gobiernos locales con mayor delimitación territorial y poblacional se pueden alcanzar gobiernos de mayor eficiencia y con mayor gobernabilidad, la pregunta es ¿por qué?, desde nuestra perspectiva la cercanía de los gobiernos permite mayor control por parte del ciudadano, mejoras en la gerencia pública, que las políticas públicas puedan ser aplicadas de forma generalizada para el mismo municipio porque conserva las mismas características, pero también fundamental que esto nos permite pensar el desarrollo económico desde lo micro es decir, desde lo local y no desde lo nacional, permitiendo un mayor desarrollo. Si se evalúa los recursos humanos y naturales de ese espacio y se desarrolla una planificación de desarrollo económico, el municipio no dependerá de los recursos del gobierno central permitiendo la autonomía real de nuestros municipios y un mayor desarrollo.
Por otro lado todo ser humano, vela por cuidar aquello que le pertenece, por lo que el logro de tener ciudades con gobiernos locales más cercanos nos permiten aumentar el sentido de pertenencia sobre la infraestructura, los servicios y las políticas públicas, en simultáneo a esto te permite que haya un control social más elevado, ya que existe más cercanía entre quienes conviven en la comunidad.
En otro orden de ideas desde el punto de vista de la política esto nos permite el desarrollo de liderazgos locales, concretos y disminuye la posibilidad de que las élites sean quienes decidan nuestros gobernantes. A su vez esto nos elimina la necesidad de un estatus económico para ejercer un cargo público, porque la campaña no necesitaría millones y millones para lograr la victoria, disminuyendo así que se hipotequen con anticipación las alcaldías y consejos y en el momento de la gestión se ponga cuesta arriba su progreso.
En último lugar debemos evaluar cuales son las consecuencias negativas de la municipalización, en primer lugar esto disminuye la capacidad de control del gobierno central por lo que dificulta la supervisión en el mantenimiento de los parámetros mínimos de calidad de vida de nuestra población, en segundo lugar presenta el reto de desarrollar regímenes municipales individualizados que realmente se apeguen a la realidad de cada uno y en tercer lugar está diversificación implica una reforma en la cooperación y supervisión del ejecutivo en el nivel municipal, para que esto no se convierta en un estado de anarquía y desigualdad entre municipios si no que existan unos parámetros básicos.
Hoy más que nunca convencida de que la municipalización es un paso importante para la sustentabilidad de nuestra ciudades y su progreso , aunque esto implique enfrentar grandes retos como gobierno y como sociedad.