Sus padres, un prominente abogado y una empresaria con antepasados europeos que echaron raíces en la ciudad de Seattle (costa oeste de EE.UU.), querían que fuera jurista pero el joven Gates tenía otros planes.
EFE
Su ingreso en la escuela privada de élite Lakeside de Seattle, que contaba ya con un ordenador en el año 1968, le permitió descubrir el mundo de la informática, aprender a programar desde muy joven y desarrollar un amor por las “máquinas” que determinaría el rumbo de su vida.
Fue también en Lakeside donde conoció a Paul Allen, con quien años más tarde fundaría Microsoft.
Su paso por Harvard fue breve. Dos años después de su llegada, en 1975, decidió abandonar el prestigioso centro académico para fundar Microsoft junto con Allen.
La universidad le concedería años más tarde, en 2007, un doctorado honorífico.
Ese mismo año bromearía, durante la ceremonia de graduación de Harvard, a la que fue invitado como orador, que era una mala influencia para los estudiantes.
“Soy una mala influencia. Ese es el motivo de que me invitaran a hablar durante su graduación. Si hubiera hablado durante su orientación puede que fuesen menos los que estuvieran aquí hoy”, dijo entonces.
Microsoft, con sede en Seattle, lanzaría en 1985 su sistema operativo Windows, que se convertiría en omnipresente y hace funcionar, en la actualidad, a más del 90 % de los computadores de todo el mundo.
En 1995 se convertiría en el hombre más rico del mundo, un puesto del que se ha visto desbancado en alguna ocasión pero que vuelve a ocupar en la actualidad, según la clasificación de la revista Forbes, con una fortuna estimada en los 79.200 millones de dólares.
El magnate abandonó la dirección de Microsoft en julio de 2008 para volcarse en las causas filantrópicas de la Fundación Bill y Melinda Gates, su esposa, con quien tiene tres hijos.
La fundación, que da prioridad a proyectos relacionados con la salud y la educación mundial, como la lucha contra la malaria, comenzó su andadura en el año 2000 y es la mayor organización privada de caridad del mundo, con activos valorados en más de 34.000 millones de dólares.
Bill y Melinda Gates figuran ya a la cabeza de la filantropía en Estados Unidos, con donaciones que superan los 28.000 millones de dólares.
Su esposa, una exempleada de Microsoft con la que se casó en 1994, lo felicitó hoy públicamente a través de su muro de la red social Facebook, donde recordó la primera vez que salieron juntos.
“Cuando me pidió salir me dijo: ‘Estaba pensando que podríamos quedar dentro de dos semanas'”, recordó hoy Melinda Gates, quien asegura haberle dicho entonces al que es hoy su esposo que no era lo suficientemente espontáneo para ella, lo que llevó al cofundador de Microsoft a invitarla a salir aquella misma noche.
“Bill, tras dos décadas increíbles juntos, tu humor, entusiasmo, inteligencia, curiosidad, consideración, optimismo y, también, espontaneidad, son mejores que nunca y estoy feliz de tenerte a mi lado. Feliz, feliz cumpleaños”, aseguró este miércoles la esposa de Gates.