El fabricante alemán Volkswagen anunció este miércoles sus primeras pérdidas trimestrales en 15 años provocadas por las provisiones con las que espera hacer frente al escándalo de los motores trucados.
En setiembre, el gigante de la industria automotriz germana desencadenó la mayor crisis de su historia al reconocer que había instalado en 11 millones de vehículos diésel un software capaz de brindar datos falsos en los resultados de las pruebas anticontaminación.
“Vamos a hacer todo lo posible para recuperar la confianza perdida”, dijo el miércoles el nuevo presidente del grupo, Matthias Müller.
“Debemos aceptar nuestra absoluta responsabilidad en esto que ocurrió”, añadió en el primer encuentro público con la prensa tras su designación.
Müller reiteró el compromiso de Volkswagen de echar luz sobre el escándalo y “castigar a los culpables”. Pero también matizó sus declaraciones, al anunciar una nueva estrategia con 2025 como horizonte, que será presentada en el correr de 2016, así como directivas para reformas del grupo.
Entre julio y septiembre, Volkswagen perdió 1.673 millones de euros frente a los beneficios de 2.971 millones de euros del mismo periodo de 2014. Si no se incluyen los accionistas minoritarios, las pérdidas netas son de 1.730 millones de euros.
Este resultado es la consecuencia directa de los 6.700 millones de euros de provisiones que el constructor ha reservado para hacer frente a las consecuencias judiciales del escándalo, que podrían ser gigantescas.
Los resultados son sin embargo mejores de lo que preveían los analistas de Factset. Las pérdidas de explotación fueron de 3.480 millones, similares a las previsiones.
Consecuencia directa de estos resultados, el constructor con sede en Wolfsburgo, en el norte de Alemania, revisó a la baja sus previsiones para 2015 y anunció que su beneficio de explotación será “claramente inferior” al de 2014.
El escándalo de los motores trucados ha afectado la rentabilidad de Volkswagen, que confía sin embargo en mantener estables sus ventas en 2015 con relación al año anterior, lo que analistas, como Harald Hendrickse, de Morgan Stanley, consideran “demasiado optimistas”.
– Justicia española investiga a VW –
En el tercer trimestre, la facturación aumentó un 5,3%, hasta 51.490 millones de euros, menos de los esperado por los analistas. Según Müller, estas cifras demuestran “la fuerza intrínseca del grupo Volkswagen y también dejan claro el impacto inicial de la situación actual”.
Los resultados fueron bien recibidos en la bolsa de Fráncfort, donde las acciones ganaban más de un 3% a media mañana de esta jornada tras haber caído un 4% poco después de la apertura.
Müller sustituyó a Martin Winterkorn, que dimitió al descubrirse el escándalo. El nuevo presidente tendrá que enfrentarse tanto a la investigación interna del caso como a los costes futuros, que obligarán a llamar a revisión a millones de vehículos.
Hasta ahora la compañía ya ha tenido que llamar a revisión 8,5 millones de coches en Europa y a otros 480.000 en Estados Unidos. El constructor ha advertido que las provisiones que ha hecho hasta ahora no serán suficientes y este miércoles reconoció que habrá “cargas financieras considerables a medida que se concreten los riesgos judiciales”.
En España, la justicia anunció este miércoles la apertura de una investigación contra Volkswagen por presunto fraude. Un juez de la Audiencia Nacional, especializado en grandes delitos económicos, se encargará de la investigación por presunto fraude, delitos contra el medio ambiente y supuestas infracciones en la normativa de protección del consumidor, comunicó el tribunal.
En esta resolución, que puede ser recurrida, el juez reclama a Volkswagen la remisión de “la totalidad de los comunicados oficiales emitidos de este asunto”, la lista de vehículos afectados, el organigrama de Volkswagen en España, y varios informes sobre el trucaje de los motores.
Este escándalo enfrenta al grupo a un aluvión de demandas judiciales, multas y multimillonarios costes de reparación, sin contar eventuales pérdidas provocadas por la degradación de la imagen de marca.
Volkswagen, que comercializa 12 marcas y que fue brevemente líder mundial del sector en el primer semestre de 2015 antes de perder su puesto frente a Toyota, podría tener además consecuencias en el conjunto de la economía alemana y en el prestigio de los productos del país.