La firma estadounidense Pfizer y la irlandesa Allergan anunciaron hoy que están en conversaciones para una posible fusión de sus negocios, que, de concretarse, sería una de las mayores del sector farmacéutico en los últimos años.
EFE
Las negociaciones, con muy pocas precisiones, fueron confirmadas por las dos compañías en sendos comunicados difundidos desde sus respectivas sedes en Nueva York y Dublín con pocos minutos de diferencia y con un texto muy parecido.
De acuerdo con la nota de Allergan, las “conversaciones preliminares amistosas” buscan una “posible transacción para la combinación de negocios”.
El comunicado de Pfizer, sin embargo, confirma las conversaciones pero no menciona el término “combinación” y sólo asegura que se está buscando una “posible transacción” mediante “conversaciones amistosas”.
Las dos compañías sostienen que no se ha alcanzado ningún acuerdo y que “no hay ninguna certeza de que estas conversaciones culminarán con una transacción”.
También señalan que no harán nuevos comentarios sobre “conjeturas” relacionadas con “los términos de esta posible transacción”.
Según Allergan, las negociaciones comenzaron a iniciativa de Pfizer, la firma farmacéutica con mayor capitalización bursátil en Estados Unidos.
La información fue anticipada hoy por el diario The Wall Street Journal, citando fuentes conocedoras de la negociación, aunque sin precisar muchos detalles sobre la posible fusión de las compañías.
De completarse esa unión de los negocios, sería la mayor de este año, según el Journal, y superaría los 104.000 millones de dólares que supuso la anunciada fusión preliminar entre las cerveceras Anheuser-Busch y SABMiller.
Pfizer tiene una capitalización bursátil de unos 219.000 millones de dólares, mientas que el Journal calcula a Allergan una capitalización bursátil de 112.500 millones de dólares.
La operación permitiría fusionar todo el arsenal de productos farmacéuticos de Pfizer, incluido el viagra, con la fortaleza que tiene la compañía irlandesa en tratamientos como el botox.
Según el Journal, la operación podría permitir a Pfizer derivar algunas cargas fiscales a Irlanda, donde son menores que en Estados Unidos, una política que han buscado otros grupos empresariales en los últimos meses.
En declaraciones al mismo periódico, el presidente y consejero delegado de Pfizer, Ian Read, evitó hoy hacer comentarios sobre estas conversaciones, pero se quejó de las “tremendas desventajas” fiscales que tienen las firmas estadounidenses.
Dijo que las compañías de este país tienen que competir con las extranjeras “con una mano atada a la espalda”.
No hay detalles sobre la valoración de los títulos de las compañías respectivas en sus negociaciones para una posible fusión de sus negocios.
En Wall Street, las acciones de Pfizer, una de las treinta que forman el índice Dow Jones de Industriales, estuvieron con la cotización suspendida en la primera media hora después de la apertura, después de haber cerrado la víspera en 35,45 dólares.
Pero, una vez difundido el comunicado de Pfizer se reanudaron las operaciones, y en la primera hora de transacciones sus títulos estaban perdiendo un 0,25 %.
El anuncio de hoy es un nuevo intento de Pfizer por buscar una fusión con otra compañía después de que el año pasado lo intentara sin éxito con la británica AstraZeneca, que fue valorada entonces en unos 120.000 millones de dólares.
Esa operación también habría permitido a Pfizer reducir sus cargas fiscales al fijar su sede central fuera del país, una política seguida por otros grupos y que ha sido recibida con críticas por las autoridades estadounidenses.