Egipto seguía buscando este domingo los cuerpos de las 224 personas a bordo del avión turístico ruso que el sábado se estrelló en la península egipcia del Sinaí y que según los investigadores se despedazó en el aire antes de tocar tierra. AFP
“Se despedazó en el aire y los fragmentos se esparcieron en una gran superficie de unos 20 km2”, dijo Viktor Sorotchenko, director de Comité Intergubernamental de Aviación (MAK), aunque afirmó que es “demasiado pronto” para sacar conclusiones sobre las causas del accidente.
El presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi pidió esperar los resultados de la investigación sobre la causas del accidente, que el sábado fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), una autoría que muchos expertos ponen en duda.
“En este tipo de casos, hay que dejar hacer a los especialistas y no barajar las causas de la caída del avión, puesto que esta es objeto de una vasta investigación técnicamente complicada”, declaró Sisi ante oficiales del ejército, citado por la agencia de prensa gubernamental MENA.
En el centro de la península del Norte-Sinaí, cerca de Wadi al-Zolomat, hay numerosos restos del avión en medio del desierto, indicó un periodista de la AFP en el lugar, que todavía desprenden olor a quemado 24 horas después del accidente.
No se ve ningún cuerpo pero las decenas de bolsas negras, rojas y naranjas vigiladas por soldados no dejan lugar a dudas de que se han recuperado los restos de algunos de los 224 ocupantes del vuelo KGL9268.
Un poco más lejos, un pequeño chaleco salvavidas confirma la presencia de niños en el avión, un total de 17, entre ellos una niña de diez meses.
El sábado por la noche las autoridades egipcias anunciaron el hallazgo de los restos del avión y de restos de cuerpos en una zona de unos 8 kilómetros.
Este domingo se extendió la zona búsqueda, indicó un responsable del ejército que no quiso identificarse, según el cual ya se han recuperado 163 cuerpos de los 224 (217 pasajeros y siete miembros de la tripulación, todos rusos excepto tres ucranianos).
El presidente ruso Vladimir Putin declaró este domingo una jornada de luto nacional y las banderas ondeaban a media asta en los edificios oficiales.
El avión despegó el sábado de madrugada de la ciudad turística de Sharm el-Sheij con destino a San Petersburgo. Se perdió el contacto tras 23 minutos de vuelo, cundo estaba a unos 30.000 pies (una altura de crucero de unos 9.000 m).
– Investigación en Rusia –
El gobierno ruso descartó que el accidente haya sido provocado por la rama egipcia del Estado Islámico que se hace llamar Provincia del Sinaí. Esta organización afirmó el sábado que derribó el avión (pero sin precisar como) en represalia a los bombardeos rusos en Siria.
Este grupo es muy activo en la provincia del Norte-Sinaí, su principal bastión, donde casi a diario comete atentados que han dejado muchas víctimas entre miembros del ejército y la policía.
Este domingo investigadores rusos y egipcios llegaron en compañía del ministro ruso de Transportes, Maxime Sokolov, al lugar del accidente, donde se encontraron las cajas negras.
Rusia también abrió una investigación y registró las oficinas de la compañía aérea y del turoperador. Este domingo llegarán a Egipto investigadores de Francia y Alemania, algo habitual en los accidentes que implican aparatos Airbus.
El ministro ruso de Transportes Sokolov rechazó el sábado la reivindicación del EI y aseguró que los egipcios “no disponen de ninguna información que confirme estas insinuaciones”.
El primer ministro egipcio Cherif Ismaïl también cree más probable la tesis del accidente y aseguró que los cohetes o los misiles de los que dispone el EI no pueden alcanzar a un avión a 30.000 pies de altura.
Los expertos consultados por la AFP son más prudentes a la espera del análisis de las cajas negras y no excluyen otras hipótesis como el estallido de una bomba a bordo o que el aparato redujera su altitud por alguna razón técnica y luego fuera alcanzado por un cohete.
Varias compañías, entre ellas Air France, Lufthansa y Emirates, han anunciado que dejaran de sobrevolar la península del Sinaí hasta que termine la investigación.
El turismo, uno de los pilares de la economía egipcia, se ha visto muy afectado desde la revuelta popular de 2011 que terminó con el régimen de Hosni Mubarak, pero las ciudades turistas del Sinaí continúan atrayendo a muchos turistas de Rusia y Europa del Este.