“La desgracia es la comadrona de las virtudes.” Louis de Jaucourt
Desde hace un tiempo, he observado que ante la inminente llegada de un proceso electoral suelen repetirse ciertas frases cliché, promovidas y auspiciadas por los denominados “profetas del desastre” casi todos, (con pocas excepciones), conocemos al menos a una persona que nos dice: “esta es la última oportunidad de cambiar esto, si no ganamos esto, se va a jo…” o “guarden comida no perecedera” como si se tratase de la llegada de un Tsunami y del otro lado las amenazas que se han convertido en clásicos “si gana la MUD aquí se acaban los programas sociales”, “se acaba la paz”.
Todos estos comentarios por más nobles que sean sus intenciones, se basan en absolutismos absurdos que buscan promover el temor de los Venezolanos ¿y por qué lo logra? Pues es muy sencillo el ser humano responde impulsivamente ante la amenaza inconsciente. Es por eso que nos gustan las películas de terror, nos enganchan las películas de tristes finales y el periodismo de noticias amarillistas y escandalosas es el más leído.
Tal y como era previsible, estamos inmersos en una campaña electoral incierta, tormentosa, angustiosa, llena de sobresaltos, contiendas y zancadillas de todo tipo. El oficialismo como ya es habitual nos plantean un escenario poco esperanzador, extremo y tremendamente hostil, en donde los ciudadanos deben valerse de sus más básicos instintos de supervivencia, esas situaciones producen ciertos efectos a nivel cerebral y cognitivo que llevan al Venezolano a transitar emociones de diversa índole, en algunos casos, volviéndose algo muy intenso.
En consecuencia, las amenazas del gobierno buscan la reacción más natural del ser humano, ya que en esta situación, se incrementa la producción y las acciones combinadas de la hormona cortisol y las catecolaminas, activando el sistema nervioso autónomo y generando como resultado en angustias, miedos y pesimismo.
Aunque también es cierto que la anticipación ante determinados riesgos y peligros nos libera cargas de adrenalina que nos protege y permite prepararnos lo mejor posible para afrontar situaciones de peligro.
Por ello, debemos organizarnos (responsablemente) para la reconstrucción de la fibra social y entender que no hay esfuerzo en vano, que TODOS podemos aportar al cambio desde nuestro circulo de influencia más cercano, que no hace falta la dirección de un único líder que nos indique que hacer.
Para ello los invito a visitar www.lafuerzaeslaunion.org.ve desde allí pueden registrar su comando familiar que se convertirá en la verdadera alternativa de organización para apoyar y aportar la victoria necesaria para el rescate de Venezuela.
Es fundamental hacer un esfuerzo por interpretar la realidad del país y evitar hacer eco de los mensajes desesperanzadores o absolutistas que buscan generar esa sensación de que todo está perdido, no podemos dejarnos arrebatar la capacidad de cambio que tenemos este próximo 6D.
Ya que como señala Viktor Frankl (Psiquiatra sobreviviente de los campos de concentración nazis), “en última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo”.
No hay nadie tan fuerte que pueda generar el cambio solo, pero no hay nadie tan débil que no pueda ayudar.
José Leonardo Caldera
Responsable del voluntariado de la MUD-Zulia
La Fuerza Es La Unión