Venezuela hoy vive un clima económico, político y social muy inestable, situación que obliga al gobierno a salir a la calle y encontrarse con una política desconocida, porque no es la política de las ordenes y el ejecútese, sino esa política que se vio obligada a trascender de las pantallas de televisión y pasar al tú a tú y a la discusión local para la planificación de lo global. Es por ello que hoy los venezolanos somos la pluma que escribe una nueva historia, historia que ciertamente nacerá con muchas dificultades, pero como nos decían de chiquitos “lo que fácil viene; fácil se va.” Es por ello que la decisión irrenunciable de los venezolanos es apostar a un cambio real, por lo cual es un error plantearlo como la responsabilidad única de las nuevas generaciones, nuestro país no vive un problema generacional, vive una crisis moral profunda por la falta de valores, es por ello que está crisis será superada si entendemos la importancia de la participación de los distintos sectores de la sociedad sin exclusión alguna.
Es en esta hora sagrada donde los venezolanos estamos llamados a actuar y pensar como venezolanos y no como militantes de una política, es la hora de actuar por la defensa del futuro no de los jóvenes sino del país, es la hora del encuentro y es por ello que hoy la oferta de un cambio posible está representada en la unidad, no solo de los partidos sino de los gremios, de los movimientos estudiantiles, de los jóvenes obreros y en definitiva de todos los venezolanos. Los países no se acaban pero si se convierten en invivibles, en diciembre tenemos la oportunidad de darnos un abrazo en familia y volver a escuchar las parrandas navideñas juntos. Por último, no te conformes con aplaudir al que lucha y gritarle sigue adelante, vete en el espejo y convéncete que el cambio no está en un ser superior ni en un mesías, el cambio está en ti, eres tú venezolano la Pluma que escribe nuestra historia.