El expresidente colombiano Álvaro Uribe se mostró hoy partidario que desde los estrados judiciales se examine la actuación del M-19 para buscar la verdad, pero sin que haya consecuencias jurídicas para los integrantes de esa guerrilla que se tomaron el Palacio de Justicia en noviembre de 1985, que dejó 98 muertos.
EFE
Así lo expresó el también senador Uribe, líder del opositor partido Centro Democrático (CD), en una sesión del Congreso en la que fijó la posición de su bancada ante el anuncio del fiscal colombiano, Eduardo Montealegre, de revisar las amnistías concedidas a dirigentes del Movimiento 19 de Abril (M-19).
Para Uribe, una cosa es que se busque la verdad y otra “es que se examine la verdad desde los estrados judiciales, pero sin consecuencias jurídicas contra el M-19”.
Y agregó que “examinar la verdad, si es que falta, desde estrados judiciales, qué sé yo, desde la Corte Suprema, desde la Fiscalía, pero sin consecuencias jurídicas que pongan en duda, que cree posibilidades de revocar lo que el país definió”.
Uribe también pidió una rápida preclusión para las posibles investigaciones contra el entonces presidente colombiano, Belisario Betancur, y la de todos sus ministros al considerar que en sus actuaciones no hubo designio criminal, ni por acción ni por omisión
La decisión de Montealegre de revisar las amnistías ha sido ampliamente rechazada no solo por los exguerrilleros, sino también por las fuerzas vivas del país.
El M-19 se desmovilizó en 1990 y algunos de sus integrantes fueron amnistiados. Varios de sus militantes entraron a la vida política y alcanzaron posiciones destacadas, entre ellos el senador Antonio Navarro y el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.
Los procesos judiciales por el asalto y recuperación del Palacio tienen 100.000 folios y dos militares retirados de alto rango condenados, mientras que del comando de 35 guerrilleros del M-19 que participó en la toma solo sobrevivió una mujer que escapó entre los rehenes que salieron con vida y vive en el exterior, según se supo años después.