Una serie de ataques perpetrados la noche del viernes en diversos puntos de París causaron la muerte de hasta 120 personas, en la ofensiva más letal que ha sufrido Francia desde la Segunda Guerra Mundial.
AP
La peor matanza ocurrió en una sala de conciertos donde habría de presentarse una banda de rock estadounidense. Decenas de jóvenes asistentes fueron tomados como rehenes y los atacantes les arrojaron explosivos. La policía, que tomó por asalto el lugar y mató a tres de los agresores, encontró una sangrienta escena de horror en el recinto.
El fiscal de París, Francois Molins, dijo que se presume que cinco atacantes han sido muertos, aunque no quedaba claro cuántos actuaron ni cuántos estaban prófugos. Las autoridades dijeron que la cifra de muertos en seis lugares atacados podría superar los 120.
El presidente de Francia Francois Hollande declaró estado de excepción y anunció que cerraría las fronteras. La violencia llenó de miedo la ciudad y superó los horrores de la matanza en Charlie Ebdo de hace apenas 10 meses.
Además de los fallecidos en la sala de conciertos, un oficial de policía dijo que 11 personas murieron en un restaurante de París situado en el 10mo distrito, y otros dijeron que al menos tres personas murieron por detonaciones de explosivos afuera de un estadio.
Todos los oficiales hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a ser identificados públicamente debido a la investigación en curso.
Nadie se adjudicó de inmediato la responsabilidad de los ataques, y no había un panorama claro sobre cuántos atacantes estuvieron involucrados ni sobre si alguno estaba prófugo. Yihadíes elogiaron en Twitter los ataques y criticaron las operaciones militares de Francia contra extremistas del grupo Estado Islámico.
Hollande, quien fue evacuado del estadio cuando se oyeron las detonaciones, dijo en un mensaje televisado que la nación se mantendría firme y unida.
“Es una dura experiencia que nuevamente nos aqueja”, dijo. “Sabemos de dónde viene, quiénes son estos criminales, quiénes son estos terroristas”.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos Barack Obama dijo en Washington que los hechos representan un “ataque contra toda la humanidad”.
Horas antes, se escucharon dos explosiones afuera del estadio Stade de France, en el norte de París, durante un partido amistoso de futbol entre Francia y Alemania. Un oficial del sindicato de policías dijo que fueron dos ataques suicidas y la detonación de un artefacto explosivo, y que causaron la muerte de al menos tres personas.
El oficial, Gregory Goupil, de la Alliance Police Nationale, dijo que las explosiones se registraron de manera simultánea cerca de dos puntos de acceso y en un restaurante McDonalds.
Un reportero de The Associated Press en el estadio escuchó dos explosiones lo suficientemente fuertes para opacar el ruido de los aficionados. Se escucharon sirenas inmediatamente después, y un helicóptero sobrevoló el lugar.
Francia ha elevado sus medidas de seguridad de cara a la conferencia sobre cambio climático que comienza en dos semanas, por temor a protestas violentas y a posibles ataques terroristas. Hollande canceló su viaje a la cumbre del G-20 a realizarse el fin de semana en Turquía, y cuyo tema principal sería el terrorismo por parte de extremistas islámicos.
Emilio Macchio, de Ravenna, Italia, estaba en el restaurante Carillon que fue atacado, tomando una cerveza en la acerca, cuando comenzó el tiroteo. Dijo que no vio a ningún agresor ni a víctimas, pero se escondió tras una esquina y después huyó.
“Sonaba como fuegos artificiales”, dijo.
Francia ha estado en vilo desde los ataques perpetrados por extremistas islámicos en enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo y contra un expendio de comida kosher en los que murieron 20 personas, incluidos tres atacantes.
Uno de al menos dos restaurantes atacados el viernes, Le Carillon, está en el mismo barrio general que las oficinas de Charlie Hebdo, al igual que la sala de conciertos Bataclan, donde habría de presentarse la banda californiana Eagles of Death Metal.
Francia ha experimentado varios ataques de menor escala o intentos de ataque este año, incluido un incidente en agosto a bordo de un tren bala en el que pasajeros estadounidenses sometieron a un hombre armado que trató de atacar a los pasajeros.
El ejército francés bombardea objetivos del grupo Estado Islámico en Siria e Irak, además de combatir a extremistas en África.
Las autoridades francesas están preocupadas por la amenaza que representan cientos de franceses islamistas radicales que han viajado a Siria y regresado a su patria con habilidades para cometer actos violentos.
Aunque aún no se sabe quién es el responsable de los ataques, el grupo Estado Islámico está “claramente en lo alto de la lista” de sospechosos, dijo Brian Michael Jenkins, experto en terrorismo y asesor senior del presidente de RAND Corp.
Jenkins dijo que la táctica usada —”múltiples atacantes en ataques coordinados en múltiples locaciones”— se asemeja a las recomendaciones publicadas en la revista electrónica del grupo extremista, Dabbiq, hace unos meses.
“La gran duda es si estos atacantes, si resulta que están conectados con uno de los grupos en Siria, son terroristas desarrollados nacionalmente o si eran combatientes que regresaron” tras haber sido parte de las filas del grupo Estado Islámico, dijo Jenkins.