Pero más allá de la estrategia de la campaña electoral, el tema es interesante también en su fondo. Un error recurrente de las fórmulas centristas de la política es confundir equilibrio con ambigüedad. El centro debe tener personalidad definida para poder polarizar con todos los extremos por igual. El centro, que es la democracia, debe ser lo opuesto de los extremos que son tiránicos y hegemónicos. No se trata entonces de ser un promedio, un matiz o una versión light, sino de ser un polo en sí mismo equidistantede los extremos ideológicos. Ante el madurismo que quebró al país y tiene sometido al pueblo a su peor pesadilla, no puede haber acomodo posible. Toca hacer oposición y procurar un cambio de Gobierno por la vía electoral. No confundamos transición con transacción.
Lo que viene es una victoria aplastante del pueblo contra sus opresores. El liderazgo político alternativo debe estar a la altura de las circunstancias y canalizar las expectativas de cambio que se harán ya evidentes el 6 de diciembre. Aceptemos el reto de conseguir una mayoría incluso calificada en el parlamento.No nos distraigamos con diálogos inexistentes mientras el pueblo sufre el rigor de la peor crisis de nuestra historia. El cambio es irreversible gracias al merecido voto castigo. No es hora de inventar el agua tibia. Es hora de liderar el cambio. Ganemos, cobremos y cambiemos. Todos con la MUD.
JOSÉ IGNACIO GUEDEZ
Secretario General de La Causa R
Twitter: @chatoguedez