“La cultura es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir”. Milan Kundera
Con asombro he presenciado cómo – en menos de una semana – recientemente han sido develados dos bustos en el centro de Caracas: el primero de ellos, en honor al angoleño Antonio Agostinho Neto, hecho ocurrido el 10 de noviembre en curso, a cargo del Viceministro de Relaciones Exteriores para África, Reinaldo Bolívar; y, el segundo, en tributo al líder palestino Yasser Arafat, develado el 11 de noviembre de 2015, en un acto encabezado por el alcalde del Municipio Libertador, jorge rodríguez.
Ambos han sido ubicados en el Centro de Caracas, uno, en el paseo que ahora lleva el nombre del héroe nacional angoleño “Antonio Agostinho Neto”, ubicado detrás del Teatro Municipal. El segundo, en la Avenida Norte del Boulevard- ahora -llamado ¿Simón Bolívar?, (antes Panteón), frente a la Casa de las Primeras Letras y diagonal a la casa José Martí.
Con esto no pretendo desconocer los meritos, aciertos o fracasos de estas figuras internacionales, pero me pregunto ¿Qué carajo tienen que ver con la historia caraqueña? ¿con la memoria urbana y cultural de nuestra ciudad, colocándolos en paseos o bulevares destinados precisamente al rescate de la memoria con predominio histórico? ¿Allí no deberían existir bustos, esculturas, monumentos de hombres como Lino Gallardo; o Jesús Muñoz Tébar, caraqueño que terminó de construir el Teatro Municipal y fue llamado el “constructor” del guzmancismo; o, en última instancia, el busto de Manuel Alfredo Sánchez Luna, ( Alfredo Sadel) quién en 1998 fue honrado con que el Teatro Municipal de Caracas llevara su nombre?
La lista de caraqueños e ilustres venezolanos que merecen estar en los bulevares o paseos serían interminable, pero lastimosamente vemos que los gobernantes de turno, tienen más interés en resaltar a los próceres foráneos o ganadores de guerras, que a los coterráneos, quizás porque las batallas de nuestros hombres fueron hechas a cincel, garganta o llenando lienzos y hojas de color, luces y letras.
Afortunadamente existe un grupo inmenso de silentes caraqueños que luchamos a diario, por preservar el patrimonio tangible e intangible de nuestra ciudad, y confiados estamos en que los ciudadanos pronto tendrán los héroes que a través de la literatura, las artes, la música, y las ciencias han llenado de honor y gloria por siempre, nuestra tierra.
@msigillo @Caracasretro