Son varias las causas del por qué la producción nacional ha venido disminuyendo desde hace unos 13 años, lo cual ha tenido consecuencias preocupantes en nuestra capacidad de consumo y en la pérdida de poder adquisitivo de las familias.
Podemos indicar al menos cuatro de las que consideramos el mayor impacto y de más importancia:
1. La toma de tierras y empresas privadas. Las cuales venían produciendo buena parte de lo que se consumía en el país y parte de su producción se exportaba. Afectando a miles de propietarios que perdieron su patrimonio sin haber obtenido compensación alguna. Con tristeza observamos que luego de los grandes recursos públicos invertidos no se logró aumentar sino al contrario disminuir la producción de estas tierras y empresas tomadas a los privados a menores niveles de hasta un 20% de lo que se obtenía cuando estaban en manos de sus propietarios.
2. Política de controles de precio. Que en la mayoría de los casos ubicaron el precio de los productos nacionales por debajo de sus costos de producción. Además la política implementada de bajarlos por decretos, lo que ocasiono fue una reducción de la producción nacional al encontrarse las empresas en la imposibilidad de sostener perdidas al tener sus precios fijados por debajo de los costos.
3. Crecimiento de las importaciones. El gobierno al considerar que importar bajaba los precios al compararlos con lo producido en el país. Se fortaleció como estrategia geopolítica las alianzas con otros países para adquirirles sus mercaderías, buena parte de las cuales se producían en el país. Lo cual facilito la competencia desleal de productos nacionales a precios regulados con costos más elevados, al compararlos con los importados adquiridos con dólares preferenciales haciendo sus precios artificialmente más baratos, que fueron minimizando la producción nacional a niveles cada vez menores, lo cual se consideró como una estrategia para que lo público desplazara al sector productivo nacional.
4. Creación de organizaciones y empresas públicas. Como estrategia para aumentar producción y bajar precios según lo anunciado por los distintos voceros oficiales responsables de llevar adelante estos programas de inversión. El aparato económico público creció hasta cinco veces su tamaño, quedando el gobierno con el control de sectores de la producción claves de la economía. Lamentablemente lo que se logro fue una lenta pero constante disminución de los niveles de producción y productividad en casi todos los sectores de la actividad económica que pasaron al control público, sin poder entenderse en nuestros análisis, el por qué no se alcanzaron las mejoras productivas anunciadas.
El sostenimiento de este complejo empresarial del estado Venezolano, hoy consume elevados montos de recursos en Bolívares y dólares, complicándole más aun las cuentas fiscales al gobierno, que tiene que sostener sus necesidades financieras, operativas y perdidas crecientes de estas organizaciones y empresas públicas.
Los resultados obtenidos están a la vista, con caídas de niveles de producción en agricultura, ganadería, avícola, pesca, acero, aluminio, cemento, agroquímicos, etc. que nos convirtieron en un país que ahora importa hasta el 60% del consumo nacional de lo que antes se producía y adquiría en el país.
Lo preocupante es que observamos un sostenido deterioro en las instalaciones de varias de las empresas tomadas a los privados, ejemplo: (Agroislena) sus plantas para producir: herbicidas, insecticidas etc. Hoy se encuentran parcialmente paralizadas.
Así como en las nuevas compradas e instaladas por el gobierno, ejemplo: (planta procesadora de soya, el Tigre, Anzoátegui),con capacidad para procesar la casi totalidad del consumo nacional de torta de soya para producir alimentos para animales y a la vez sustituir buena parte de las importaciones de aceite de soya, se encuentra sin producir y las miles de hectáreas de tierras quitadas a los privados para producir la soya que se sembraría para surtir a esta planta, a pesar de los créditos otorgados y las inversiones realizadas para el equipamiento de las unidades técnicas para asesorar a los productores, no se lograron producir cantidades significativas de soya y se utilizan para otros cultivos con iguales resultados, con pérdidas muy significativas para el patrimonio público.
La situación de las tierras tomadas es aún más dramática y lo observamos que donde antes existieron haciendas, hatos y fincas productivas, hoy la mayoría de ellas lucen con deterioros y sin lograr siquiera producir parte de los niveles de producción que antes se lograban cuando estaban en manos de sus legítimos propietarios.
Las decisiones públicas tomadas antagónicas a la actividad productiva privada, son las causas de la caída de la producción nacional y responsables de la compleja situación, que afecta a la familia Venezolana por la falta de productos (escasez), así como su impacto en el costo de vida (inflación).
Le corresponde al gobierno analizarlas y evaluar los efectos que han causado en nuestra economía y calidad de vida, así como asumir su responsabilidad en los graves danos no solo causado a la producción nacional, sino en la pérdida de grandes recursos en dólares y bolívares que fueron a saco roto. Así como le corresponde tomar las rectificaciones necesarias, para superar la compleja situación socio-económica que afecta a los venezolanos.
Nota de prensa