Juan Antonio Muller: Tufo electorero

Juan Antonio Muller: Tufo electorero

thumbnailjuanantoniomullerTodo lo que viene ejecutando el gobierno de Maduro desde hace varios meses en términos de políticas posee un tufo electorero que va mucho más allá de ser un olor molesto.

El aumento inconsulto del salario mínimo, los incrementos de sueldos y salarios a los tres millones de empleados públicos, a los miembros de las FAN, a los trabajadores y empleados de Pdvsa, son algunos de los signos más evidentes de una campaña demagógica destinada a rescatar la popularidad perdida de cara a las elecciones parlamentarias del 6D.

Por supuesto que no hay que ser economista ni analista de políticas públicas para entender que estos aumentos no compensan plenamente el deterioro sufrido por los ingresos personales en este último año y que el incremento de la liquidez en manos de la gente frente a la disminución en la producción de bienes, por el acoso gubernamental al sector privado, terminará en presiones inflacionarias que los organismos internacionales y la banca de inversión ya anticipan para el 2015 y el 2016 estará en el orden del 200 y 800 por ciento respectivamente.





Pero ese tufo electorero también se ve en el decomiso ilegal de mercancía por la Guardia Nacional Revolucionaria en los mercados municipales, para luego repartirla en ferias oficiales a las clases más necesitadas; también se oye cuando el vicepresidente Arreaza anuncia rebajas absurdas de precios que logran que los bienes desaparezcan de los anaqueles mientras amenaza con multas, sanciones y hasta cárcel establecidas en la reforma a la llamada Ley de Precios Justos a toda la cadena productiva. Esta ley llega al absurdo, que solo cabe en una mente ñángara, de obligar a los empresarios a producir con pérdidas. Y para amedrentar a los que no se sometan ahí están siempre listos los  funcionarios de la Sundde y de ministerios con sus continuas fiscalizaciones y multas a comercios y negocios.

El tufo electorero, se nota, aunque parezca ficción, en la propaganda de vallas publicitarias y periódicos oficialistas “Con Maduro hay Futuro”, cuyo financiamiento se sospecha que proviene de la malversación de fondos públicos. Nos preguntamos de qué futuro se trata, pues con el socialismo del siglo XXI que ya cumple diez y seis años,  los venezolanos nos hemos tenido que calar incrementos nunca antes vistos, en la inseguridad, escasez, inflación y deterioro de la calidad de vida.

Ese tufo también se escucha en lo que repiten como loros, Diosdado Cabello y los diputados rojos de su Asamblea…“la Derecha no Volverá”…sin saber a ciencia cierta lo que ello significa.

O cuando el presidente Maduro, sin recato alguno, nos anuncia que debemos prepararnos para la guerra que nos ha declarado el imperio norteamericano y sus lacayos de la oligarquía nacional. ¡Habrase visto cuanto descaro! Cuando la única guerra que se está librando, la libra el venezolano de a pie con mucha paciencia haciendo sus colas, colocando su huella y teniendo que comprar, los bienes básicos, el día que le impone este gobierno de  delincuentes.

Según los últimos sondeos de opinión, ese tufo que se huele, se nota, se escucha y se palpa no pareciera estar logrando su objetivo pero deja, sin embargo, una profundización de la crisis económico social sin precedentes en las espaldas del pueblo.

Juan Antonio Muller

[email protected]