“A no ser para insultarnos convirtiendo al investigador en delincuente, cada vez que llamamos a la fracción oficialista en la Asamblea Nacional a formar comisiones mixtas para desnudar los nexos del narcotráfico con el poder en Venezuela, el resultado fue inacción y silencio, igual a la respuesta que dieron otros poderes públicos”.
Así lo denuncia el diputado de la Asamblea Nacional Miguel Ángel Rodríguez quien recuerda que junto a otros colegas parlamentarios, incluyendo a William Ojeda antes de que cambiara al bando oficialista, hicieron un gran esfuerzo para desmontar mafias que en sus élites amasaban inmensas fortunas y al país lo convertían en cuadrículas en las que aumentaron sicariatos, enfrentamientos entre bandas y asesinatos a inocentes, como expresión del micro tráfico y disputas de territorios en los que además hubo un armamentismo sin precedente.
“Hoy, cuando se conoce de la presunta actuación en narcotráfico de familiares de los más altos funcionarios del estado, no podemos permitir que se siga usando el escudo de la supuesta conspiración de Estados Unidos y las oligarquías de Colombia y Venezuela para omitir una profunda investigación, judicial y política, que de manera transparente le muestre toda la verdad a nuestro pueblo. Una vez más llamaremos a los diputados oficialistas a constituir una comisión mixta y paritaria que cumpla con su sagrado deber, sin prejuicios y con mucha determinación”.
Recuerda Rodríguez que cuando solicitó tal comisión para escrutar las declaraciones del hombre de las drogas que penetró múltiples niveles del poder público para convertirse en intocable zar hasta su caída en desgracia -Walid Makled- entonces recibió la acusación de “narco parlamentario” acompañada de las amenazas soterradas contra su persona y familiares. Lo mismo ocurrió con colegas como Julio Montoya, Andrés Velásquez, Guillermo Palacios, Ismael García y otros, explicó.
“Sabemos que se trata de un tema grave y delicado, y por eso siempre enunciamos nuestras investigaciones en la búsqueda de una acción conjunta en la que los parlamentarios oficialistas y los de la unidad democrática fuésemos garantes de no contaminación, en resguardo del derecho de nuestro pueblo a la vida, a la seguridad y a la paz. Pero fue imposible, aunque mostráramos credenciales de inteligencia militar y judicial, concesiones para el manejo de precursores de droga, entrega de inmensas zonas de aduana en puertos y aeropuertos y tantos otros elementos que guardaban relación con embarcaciones, aeronaves, caletas y demás hallazgos dentro y fuera de Venezuela”.
Es de reconocer, dice el diputado Rodríguez, que se nos han mostrado imágenes de incautaciones de alijos, detención de bandas y hasta entregas de capos a autoridades estadounidenses y de otras naciones, pero eso no quiere decir que las peticiones de investigar al mundo del poder, económico, político, militar, judicial, que mencionamos en su momento con toda responsabilidad, hayan sido satisfechas. Omitir esa obligación es un crimen, puntualizó.
“Pedimos a tiempo actuar en el caso de Eladio Aponte Aponte, uno de los vehículos blindados para que el narco viajara cómodo por el poder en Venezuela, y siempre hubo oídos sordos, y calumnias por respuestas, hasta que luchas intestinas de mafias lo pusieron en la picota. Después que habíamos determinado su importancia como elemento de una investigación seria, le dejaron puerta franca para la huida. Hoy supuestamente coopera con las investigaciones desde otros países, igual que otros ex gobernantes, ex funcionarios, ex militares, que si salieron y cantan lejos es porque aquí el aparato judicial y el aparato político no actuaron de manera correcta”.
Concluye Rodríguez que aunque comprende que en el caso de las recientes detenciones no puede haber espacio para la mofa o la tergiversación de quienes adveramos al gobierno, tampoco, “mucho menos, podemos aceptarle al sector oficialista que repita su fórmula de huir hacia adelante, hacernos a nosotros responsables de lo que desgraciadamente está ocurriendo y luego tratar de omitir una profunda investigación sobre el hecho, sus antecedentes, sus vínculos e implicaciones. Contando por cierto con un perverso poder mediático y propagandístico, que agrava la acentuada autocensura que reina en nuestro país”.