Ha usado lenguajes similares a los del fallecido Presidente Hugo Chávez, ha tomado medidas económicas como el Dakazo y precios justos en los productos; alegando que es para favorecer a la clase más baja, ha acusado a terceros como responsables de la crisis en el país, pero rumbo a su tercer año de gobierno el presidente Nicolás Maduro muestra una imagen con una popularidad muy desgastada, al menos así lo consideran algunos politólogos, reseñó El Impulso.
Por María F. Pérez
La principal causa ha sido la disminución en la calidad de vida de todos los ciudadanos, especialmente los de la clase media y baja, que en el último año se han enfrentado a drásticas limitaciones a la hora de adquirir productos de primera necesidad; como alimentación, debido a la escasez y el desabastecimiento, aunado a la crisis en los sectores inmobiliario, automotor y farmacéutico.
Representantes de las encuestadoras Datanálisis, Delphos y Keller y Asociados coinciden en que la base dura del chavismo se ubica alrededor de 20%, que al compararlos con años anteriores es el porcentaje más bajo en la historia de la organización política.
El politólogo Luis Salamanca señala que la popularidad del presidente Maduro se ubica entre las más bajas incluso comparándolo con diferentes líderes nacionales y regionales. “Sigue bajando a menos velocidad, pero sigue bajando y cada vez es más difícil recuperar la popularidad”.
El también especialista en politología Piero Trepiccione habla de 45% de apoyo para inicio de su Gobierno, que aunque no era tan alto como el de Hugo Chávez eran buenos números, pero en la medida en que la situación económica del país ha ido afectando severamente el bolsillo de los venezolanos ha habido un deterioro en la valoración del Presidente, porque hay un impacto en la cotidianidad del venezolano.
“En el pasado también había inconvenientes como la inseguridad, pero se diluían las responsabilidades alrededor de varias instituciones y figuras; Alcaldes, Gobernadores, cuerpos de seguridad, organizaciones, entre otros. Desde hace dos años para acá el problema de la economía se ha trasladado a la figura exclusiva del Presidente”.
El Gobierno en los últimos dos años ha anunciado una serie de medidas entorno a lo económico y político, sin embargo para Salamanca no se ve que haya una recuperación significativa, a pesar de la creaciones de una ley para bajar precios de los productos, que a su juicio es lo más parecido al “Dakazo”, con la diferencia que para ese momento fue una medida nueva, ahora repetirlo no hay condiciones económicas ni posibilidades.
“No se observa que se muevan los grandes números, ni siquiera con los incrementos salariales de éste año. Lo que se observa es un reimpulso de la diferencia a favor de la oposición”. Afirma que sólo un evento descomunal que estremezca a la opinión pública podría generar una variación, pero cree que ya no hay tiempo.
Enfrentarse a un proceso electoral
En medio de la crisis y la disminución de su popularidad el Gobierno se ve obligado a enfrentarse a un proceso electoral para escoger a quienes dirigirán la Asamblea Nacional, que en los últimos 10 años ha tenido como mayoría a los representantes del partido oficial, favoreciendo notablemente al Ejecutivo.
A menos de un mes del 6 de diciembre no se descarta que el ejecutivo y el partido Socialista Unido de Venezuela acudan a todo tipo de estrategias que les permita continuar siendo la mayoría en el parlamento. Sin embargo, Salamanca acota que las campañas electorales son una fase del proceso que para algunos no produce efecto y para otros sí. El politólogo considera que el voto ya está formado en un 70%, quedando un 30% de personas que aún no se han definido, que no se pueden subestimar porque representa una gran cantidad.
Para este encuentro electoral también usan la imagen del expresidente Chávez como símbolo de la revolución e incluso los mensajes se han enfocado hacia la lucha que se tiene por recuperar la patria.
Pero Trepiccione aclara en ese llamado a votar por la patria más allá de las dificultades que pueda tener la población que también lo hizo Hugo Chávez en su última campaña electoral, existe una gran diferencia porque son dos momentos históricos, políticos y económicos diferentes. En el 2012 durante el mandato de Chávez el precio del barril de petróleo se encontraba por encima de $90 y aunque la deuda pública había incrementado no existía un deterioro en las condiciones de vida como el ahora. La inflación estaba entre el 28%.
“Ahorita el pueblo le puede decir con hambre no apoyo el proceso”.