Beber entre 3 y 5 tazas de café (tanto normal como descafeinado) al día reduciría nuestras probabilidades de morir prematuramente.
Descartando variables como el tabaquismo,, el consumo de alcohol, el índice de masa corporal (IMC) o el ejercicio físico, los resultados revelaron que los que bebían de 3-5 tazas de café al día tenían menos probabilidades de morir prematuramente de ciertas patologías como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, neurológicas (como el párkinson) o incluso de la muerte por suicidio, en comparación con aquellos que no ingirieron café o lo tomaron en dosis más bajas.
Entre las conclusiones del trabajo, los expertos exponen que una de las explicaciones de este beneficio podría deberse a los compuestos bioactivos presentes en el café que reducen la resistencia a la insulina y la inflamación sistemática.