Nada se mueve en el Circuito Judicial de Caracas sino pasa por las manos de la juez Solchy Delgado. La afirmación se desprende tras recoger el testimonio, bajo la condición de resguardar su identidad, de varios abogados litigantes e incluso de algunos
fiscales y jueces que laboran en el mencionado circuito.
Solchy Delgado es actualmente juez de la Sala 2 de la Corte de Apelaciones de Caracas y Vicepresidente de ese mismo Circuito
Judicial Penal. Comenzó su carrera como asistente del Juzgado 34 de Control, a cargo para la fecha del cuestionado magistrado Maikel Moreno, posteriormente paso a formar parte de la Defensa Pública en donde se desempeño cómo analista y luego defensora pública, despues de eso obtuvo por gracia de la también magistrada Deyanira Nieves, un cargo como Juez del Juzgado 33 de Control de Caracas.
Posteriormente con la designación de Maikel Moreno en el TSJ, siendo la referida funcionaria persona de su altísima confianza, se posiciona como juez de Corte de Apelaciones y vicepresidente del Circuito Judicial, cuyas funciones, de ser meramente
administrativas, pasaron a ser de manejo absoluto de dicho circuito.
Se dice que el presidente del Circuito, Jesús Jiménez, no tiene voz ni voto, quien maneja y controla absolutamente todo lo que sucede en cada Tribunal es la funcionaria íntima de Moreno, incluso de manera más alarmante de lo que en su momento ejercieron su función las jueces Veneci Blanco y Zinnia Briceño, ex presidentas del Circuito, lo cual ya es mucho decir.
Aseguran que la juez, también conocida como “La Gocha”, maneja de manera personal la oficina distribuidora de expedientes,
manipulando la distribución de las causa para que estas sean conocidas por sus jueces de confianza, entre ellos, Franz Ceballos,
Dayanara González, Eiling Valdez, Leivis Azuaje, Elena Cassiani, Denisse Bocanegra, Ana María Gamuza, Verónica Soto y Belkys Arevalo.
También se supo que esta ciudadana tiene como su fiel asistente personal a la funcionaria Vilma Angulo, quien aparece en nómina y cobra cómo Juez Itinerante pero no ejerce su cargo sino que se limita a servirle en cada designio a Delgado.
De igual manera según se refirió, esta ciudadana llama a cualquier Juez aun cuando no sea de su grupo, para girarle instrucciones acerca de qué hacer en cada caso, contradiciendo la orden de su máximo jefe Maikel Moreno, quien, aunque muchos no lo crean, ha prohibido las llamadas telefónicas a jueces para interferir en sus decisiones y ha instruido a los jueces para que no se dejen intimidar por el Ministerio Público en la aplicación de la justicia, según, el Magistrado anda en la búsqueda de un poder judicial “más decente” (por supuesto que esto no aplica en los casos politicos).
Al parecer estos desmanes por parte de Delgado han llegado a oídos del magistrado quien ha hecho caso omiso a las denuncias confiando en la integridad de su mano derecha en el Circuito Judicial de Caracas. Varias fuentes consultadas señalan que “sería bueno recomendarle al presidente de la Sala Penal del máximo Tribunal de la República, que pare las orejas y comience a tomar con seriedad lo que está pasando en los Tribunales de la capital, puesto que con la cuestionada reputación que ya tiene no faltará quien diga que Solchy Delgado actúa por delegación directa de él.”