Los enfermos de Sida que sigan el tratamiento adecuado pueden llevar una vida “digna” en América Latina y lograr que la enfermedad se cronifique, dijo hoy a Efe el director regional de ONUSIDA, César Núñez, con motivo del Día Mundial contra esa enfermedad.
EFE
“Las personas que tienen acceso a la medicación pueden vivir dignamente en América Latina. Hoy en día, el Sida (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) no representa aquí una limitación para llevar una vida normal”, apuntó Núñez.
ONUSIDA calcula que el 52 % de las personas diagnosticadas en la región reciben tratamiento, lo que representa “una de las coberturas más altas en los países en vías de desarrollo”, aunque a priori resulte una cifra “baja”, reconoció el director del organismo internacional.
Los países con las tasas más altas de cobertura antirretroviral, superiores a la media latinoamericana, son Chile (64 %), Costa Rica (54 %) y Panamá (53 %). Los países andinos y el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) se encuentran a la cola del hemisferio.
La región se ha propuesto llegar en cinco años al “objetivo 90-90-90”, recordó Núñez, lo que implica que el 90 % de las personas que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) conocerán su estado serológico, que el 90 % de las personas diagnosticadas recibirán tratamiento antirretrovírico continuado y que el 90 % de las personas tratadas alcanzarán la supresión vírica.
América Latina “es una región que cuenta con servicios de salud, con medicamentos gratuitos, con personal capacitado”, pero sigue teniendo muchos retos que afrontar, apuntó el director regional.
“A veces hay problemas de desabastecimiento y no es por falta de recursos, sino por las órdenes de compra. El medicamento que una persona se va a tomar el 1 de julio de 2016 ya debe estar pedido”, puso como ejemplo el funcionario de las Naciones Unidas.
Por eso, Núñez recomendó imitar la estrategia de los once países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que anunciaron el pasado mes de septiembre la creación de un comité de salud que negociará la compra conjunta de medicamentos de alto coste para disminuir el precio de los mismos.
En 2014 se contabilizaron 1,7 millones de personas con VIH en América Latina, 87.000 nuevos contagios en adultos y 2.000 nuevas infecciones en niños, y perdieron la vida cerca de 41.000 personas a causa de enfermedades relacionadas con el VIH, precisó el director de ONUSIDA para la región.
El Caribe, por su parte, es la zona del mundo “con la indicencia más alta de VIH/SIDA”, después de África.
El año pasado se diagnosticaron 13.000 nuevas infecciones y murieron 8.800 personas, la mitad de las cuales tuvieron lugar en Haití.
“Sigue siendo el país donde debemos enfocar nuestros mayores esfuerzos”, admitió Núñez.
ONUSIDA sigue apostando por “acelerar la identificación de todas las personas contagiadas de VIH”, aunque en la región se calcula que están diagnosticadas el 70 % de las mismas.
“Hay que integrar las pruebas de detección del VIH en el circuito sanitario habitual. No se trata de implantar puestos callejeros donde se hacen pruebas, eso contribuye al señalamiento”, denunció el funcionario de la ONU.
El estigma y la discriminación, concluyó Núñez, “siguen estando muy presentes en la región”. Prueba de ello es la multitud de mensajes “errados” vertidos en las redes sociales tras la confesión del actor Charlie Sheen, que a mediados del mes pasado reconoció ser portador del VIH.