Pedro Pablo Pirela, de 65 años, estaba en la playa privada de un amigo, con otros cinco compañeros pescadores, cuando varios sujetos llegaron a la orilla del balneario en lanchas y los encerraron en el cuarto de motores.
Los delincuentes le prendieron fuego al cuarto y robaron objetos de valor. Dos de los pescadores lograron salir de la llamarada, pero fueron impactados por las balas que dispararon los hampones.
Pirela quedó atrapado en el cuarto de motores junto a los otros tres, por lo que presentó quemaduras de segundo y tercer grado en la espalda, piernas y brazos. El pescador falleció a las 6:40 de la mañana de este jueves luego de permanecer ocho días recibiendo atención médica.. “Tenía toda la vida trabajando como pescador”, dijo su nieto