Capriles: A Maduro no lo quieren los venezolanos

Capriles: A Maduro no lo quieren los venezolanos

(Foto REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)
(Foto REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)

Henrique Capriles llega hasta la casita de madera en una de las zonas más humildes de su estado, Miranda. Estamos en Nueva Cúa pero esto parece Haití: pobreza extrema en el corazón del país petrolero. Rodeado de seguidores, quienes le observan desde la puerta y la ventana, el gobernador opositor y excandidato presidencial vence a la censura informativa improvisando una alocución radial y una conexión a Facebook. “Me he tenido que reinventar”, asegura, acusando al Gobierno de la hegemonía comunicacional impuesta en Venezuela, pero quejándose también de algunos “medios que se dicen independientes”.

Por DANIEL LOZANO/Diario Las Américas

Diferencias en el seno de la oposición que a su juicio no impiden presentarse juntos en las elecciones del domingo. “La diversidad es sana, yo creo que la democracia es que haya pluralidad. Sería terrible que aquí también hubiera un pensamiento único”.





Mira a los ojos del periodista, pero se siente observado. Se está confesando a DIARIO LAS AMÉRICAS como pocas veces antes. Enfatiza su inquietud ante el lema “a ganar como sea”, tantas veces repetido por Nicolás Maduro en campaña. “Engañan a la gente con operativos de comida, les obligan a permanecer horas en la calle y luego echan la culpa a la oposición. El famoso como sea es hasta que se acabe la comida”, predice el gobernador antes de unas elecciones transcendentales para el futuro de Venezuela “que vamos a ganar, no tengo ninguna duda de que vamos a ganar los que queremos el cambio. No hay forma de que gane el Gobierno”.

Maduro insiste en todos sus mítines: si gana la oposición saldrá a las calles con el pueblo y con ayuda de los militares.

¿Con quién? ¿Con quién va a salir Maduro? Yo lo he visto en sus actos de calle. Dan pena, dan vergüenza.

Está regalando taxis, becas, pollo, tabletas…

Yo soy el primero que manda a su gente a donde están regalando…

¿Para que recojan los regalos?

¡Claro! Porque Maduro cree que él es Chávez. Y ese es el error más grande que ha cometido desde el primer minuto. Maduro es una pésima imitación de Chávez. En todo, hasta en la forma de vestirse. A Maduro no le quiere la gente.

Los murmullos de aprobación resuenan a nuestro alrededor. Capriles ya no es aquel jovencito que administró la alcaldía de Baruta, ni siquiera se le puede comparar con el candidato que luchó contra el gigantesco aparato oficialista en las elecciones de 2012. Ha repasado una y mil veces lo sucedido aquellos días, cuando Chávez ya estaba condenado a muerte. Pese a todo, “fue el mejor momento de Chávez, cuando el Gobierno gastó 60.000 millones de dólares, ahí está la carta de Jorge Giordani (exvicepresidente económico y gurú marxista del comandante supremo). El año de mayor consumo y venta de whisky en la historia de Venezuela fue 2012. Mientras yo andaba recorriendo los pueblos de este país entregando un volante por el cambio, una gente bebía whisky. ‘¿Y para qué voy yo a cambiar si estoy tomando un escocés?’. Ese año fue el de mayor gasto público en la historia de Venezuela: 60.000 millones de dólares. Chávez gastó 12.000 en la campaña. Entregaba los apartamentos con todo: televisor, línea blanca, camas… Todo gratis. Nosotros andábamos luchando por el cambio y sacamos casi 45% de los votos. ¿Cómo me van a decir que la Revolución es irreversible? Era para sacar 80%, si hubiese sido irreversible, pero sacó 55%, frente a 45% nosotros.

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