Cuando analizamos los estados fronterizos, estos presentan los mayores niveles de escasez del país cuando los comparamos con otras regiones de Venezuela, en esta zona fronteriza se observan caídas de sus niveles tradicionales de producción que van desde un 35% hasta un 65% de las cantidades en toneladas y volúmenes que se obtenían hasta hace 15 anos. En ellos observamos mayores dificultades para adquirir los alimentos que en otros estados de Venezuela cuando analizamos los niveles de escasez, estimando que es superior entre 7% y 15% en los distintos productos del consumo al compararlos con otras regiones.
Nota de prensa
Estos estados concentran alrededor de un 30% de la población del país. Ellos son:
Zulia, Táchira, Apure, Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.
Ellos son los estados que tradicionalmente han sido de los mayores productores de alimentos, concentran alrededor de un 60% de los rebaños de ganado vacuno existentes en el país, eran grandes productores de carne, leche y queso.
Disponen de unas 4 millones de hectáreas de las mejores tierras para la producción agrícola de: maíz, arroz, sorgo, café, plátanos, caña de azúcar, palma aceitera, yuca, caraota y otros productos.
En ellos existían granjas porcinas y avícolas las cuales también han reducido su capacidad productiva, así como buena parte de las plantas procesadoras de leche del país, también de mataderos y frigoríficos con capacidad para procesar al menos la mitad de la carne que consumimos.
Lo que observamos hoy es que de grandes productores y abastecedores de alimentos para el resto del país, hoy no se producen las cantidades necesarias para cubrir todas las necesidades de consumo de sus habitantes. Ya que si bien siguen produciendo alimentos, los niveles obtenidos son insuficientes para cubrir las necesidades de consumo tanto en su región como en sus mercados tradicionales en otras partes del país, a los cuales no pueden abastecer adecuadamente, haciéndoles también dependientes de los productos importados que traemos de otros países para sustituir la caída de la producción nacional y a la vez con estas importaciones cubrir parte de sus necesidades.
En estos estados observamos como buena parte de las tierras privadas, fueron ocupadas por el gobierno, para sus proyectos de producción social. Así como la toma de agroindustrias y empresas que pasaron a la dirección y control público. Podemos observar como el resultado ha sido la caída de la producción, aumento del desabastecimiento y sus consecuencias sociales en niveles de desempleo, informalidad y pobreza.
Esto unido que en su condición de estados fronterizo, se ve como parte de estos productos son adquiridos por las comunidades limítrofes de los países vecinos, complicando más aun los niveles de abastecimiento. Se observa que los diferenciales de precios oscilan entre 3 y 10 veces el valor de estas mercaderías en las ciudades fronterizas.
A pesar del esfuerzo desplegado por los organismos públicos, así como el cierre de la frontera en parte de estos estados, se observa que el contrabando de extracción se sostiene, sustentado en el diferencial de precios. Lo cual dificulta cualquier esfuerzo por detener el mismo, ya que esta actividad es sumamente lucrativa, para quienes la ejercen.
Con ello se demuestra como las regulaciones de precios, el control público de la producción y los diferenciales cambiarios que estimulan el contrabando. Solo le han traído limitaciones y calamidades a los Venezolanos que habitan en nuestras zonas fronterizas, siendo estas causas las responsables de los elevados niveles de escasez, alto costo de vida y desmejora en el consumo que afecta y angustia los estados: Apure, Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro, Táchira y Zulia.