En la ficción creada por Chespirito ese toma y daca era un clásico, siempre pendientes de los “14 meses de renta” que uno adeudaba al otro, y que se fueron incrementando hasta alcanzar una cifra exorbitante. “No hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar”, decía Don Ramón, el personaje interpretado por Ramón Valdés, que en cada capítulo de la célebre serie de televisión trataba de esconderse del señor Barriga (Edgar Vivar) para eludir otro mes.
Radio Panamericana ha desvelado ahora que la plataforma inmobiliaria mexicana Nuroa ha hecho un estudio sobre este vecindario en el que asegura que el apartamento en el que Don Ramón vivía con su hija, la Chilindrina, tendría una superficie de unos 35 metros cuadrados. Pero teniendo en cuenta que el popular programa fue grabado en la década de 1970, Don Ramón habría pagado una renta mensual de aproximadamente 63 dólares por el inmueble que aparentemente constaba de una cocina, la habitación de su hija y el salón, escenario de un sinfín de historias.
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