A poco más de una semana de que el pueblo venezolano, en una muestra de coraje e irreverencia libertaria, levantara su voz para exigir un cambio profundo que nos permita reconducir los destinos del país hacia horizontes más prósperos y democráticos, aún permanecen incólumes muchas de las injusticias y abusos de la dictadura; entre ellas destacan los presos políticos.
La utilización degenerada del sistema de justicia como un instrumento para perseguir, hostigar, discriminar y a fin de cuentas descartar liderazgos democráticos por razones políticas, es algo que hemos visto y sufrido de manera descarnada en Venezuela durante al menos la última década, y a su vez es algo que el Estatuto de Roma, documento fundamental para la comunidad internacional en lo que respecta a la defensa y el respeto de los Derechos Humanos, tipifica como un crimen de lesa humanidad.
El proceso anti-democrático que aún impera en Venezuela se ha dado a la tarea durante mucho tiempo de pervertir las instituciones del Estado para ponerlas a la orden no del bienestar y de los intereses de la nación, sino más bien del de una parcialidad política y del pequeño grupito corrupto que la encabeza. Como resultado de esto, los venezolanos tenemos hoy la peor inflación del mundo gracias a la no independencia de nuestro Banco Central, una de las economías menos competitivas gracias al robo y abuso de nuestra renta petrolera, los peores índices de seguridad ciudadana gracias a la politización y consecuente desprofesionalización de los cuerpos de seguridad e inteligencia del Estado, y nuestras cárceles repletas de presos de conciencia gracias a la manipulación de la justicia.
Todos esos problemas son críticos y debemos solucionarlos lo antes posible para que nuestro país recobre la senda democrática, pero entre todos ellos yo quiero hoy poner énfasis en la libertad de todos y cada uno de los presos políticos.
Erasmo Bolívar, Marco Hurtado, Arube Pérez, Luis Molina, Héctor Rovaín, Iván Simonovis, María Lourdes Afiuni, Víctor García, Daniel Ceballos, Raúl Emilio Baduel, Alexander Tirado, Marcelo Crovato, Josefa González, Yeimi Varela, Rosmit Mantilla, Andrés León, Eduardo García, Gerardo Carrero, Nixon Leal, Carlos Pérez, Ángel Contreras, Renzo Prieto, Ronny Navarro, Efraín Ortega, Vasco Da Costa, José Luis Santamaría, Araminta González, Leonel Sánchez Camero, Lorent Gómez Saleh, Gabriel Valles, María Elena Uzcátegui, Jhosman Paredes, Juan Pablo Giraldo, Gregory Sanabria, Lessi Marcano, Victor Ugas, Gilberto Sojo, Antonio Ledezma, Oscar Pimentel, Manuel Rosales, Leswin Pérez y Leopoldo López, entre muchos otros, merecen gozar de libertad plena por ser completamente inocentes de los crímenes que, en un ejercicio abusivo del poder, pretenden desde el gobierno nacional endilgarles.
El 6 de diciembre el pueblo venezolano decidió romper las cadenas de la injusticia y la opresión, esas que hoy nos encadenan a todos, pero en especial a los que están ahora mismo en las lúgubres cárceles de la dictadura por el solo hecho de pensar distinto, de haber ejercido el derecho a la protesta pacífica o simplemente por haber manifestado sus opiniones a través de las redes sociales.
Aprovechemos estos tiempos decembrinos para encontrarnos en familia y reconciliarnos como sociedad. El pueblo venezolano así lo exige y no interpretar su mensaje como uno de paz y tolerancia sería un error imperdonable.
¡LIBEREN A LOS PRESOS POLÍTICOS!
@AlfredoJimenoR
Concejal de Chacao
www.alfredojimeno.com