La fracción parlamentaria del chavismo que integra de la Asamblea Nacional saliente ha activado la carrera para designar -en medio de los últimos vestigios de su periodo- a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia.
De acuerdo a las normas establecidas, el nombramiento de nuevos magistrados exige ser aprobado por dos tercios (112) de la AN. Sin embargo, el oficialismo no cuenta con este respaldo actualmente, pues su bloque cuenta con 101 parlamentarios chavistas.
A su vez, el Reglamento de Interior y Debates también tiene su truco y es que de no alcanzar los dos tercios de la Asamblea un acuerdo, este se debe definir por mayoría simple, una razón que a juicio de muchos constitucionalistas es a todas luces ilegal.
Tales argumentos radican en que el mencionado comité de postulaciones judiciales inició el procedimiento de selección de magistrados sin que hubiese vacantes.
La jubilación del Magistrado es una causal de falta absoluta que implica el deber de designar al nuevo titular a través del Comité de Postulaciones Judiciales. No se puede iniciar el procedimiento de selección antes de que se produzca la jubilación, es decir, antes de que se dé una falta absoluta.
Recientemente el diputado Elvis Amoroso, quien funge como presidente del Comité de Postulaciones Judiciales, informó que había iniciado el proceso para seleccionar a cinco magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Sin embargo, no se indicaron los cargos a ser suplidos.
Asimismo, se conoció que Amoroso es uno de los postulantes a un cargo, aunque en su caso ocurren ciertas incongruencias respecto a los requisitos necesarios para ser magistrado del TSJ.
Según el artículo 263 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela entre los requisitos que deben tener los aspirantes a rectores del TSJ figuran los siguientes:
– Ser jurista de reconocida competencia, gozar de buena reputación, haber ejercido la abogacía durante un mínimo de quince años y tener título universitario de postgrado en materia jurídica; o haber sido profesor universitario o profesora universitaria en ciencia jurídica, durante un mínimo de quince años y tener la categoría de profesor o profesora titular; o ser o haber sido juez o jueza superior en la especialidad correspondiente a la Sala para la cual se postula, con un mínimo de quince años en el ejercicio de la carrera judicial, y reconocido prestigio en el desempeño de sus funciones.
– Presentar fe de Juramento en la que conste que el aspirante o la aspirante renunció o que no ejerce cualquier militancia político partidista, debidamente autenticada ante un Notario Público o Notaria Pública.
De acuerdo a datos emitidos por su propia casa de estudios, Amoroso egresó en 2006 de la Universidad Bicentenaria de Aragua, como el décimo de su promoción.
Esto indica que este parlamentario no tiene un requisito fundamental para optar a un puesto, que es haber ejercido la abogacía durante un mínimo de quince años.
De la misma manera, vale recordar que Amoroso se ha caracterizado por ser una de las voces más partidistas que están bajo del ala del chavismo, plataforma que usó para ir a la reelección en el estado Aragua, cometido que no pudo lograr, al ser derrotado por Simón Calzadilla y Mariela Magallanes en el circuito 4 de la entidad.
Con una carrera difusa en materia jurídica y una amplia gama de anécdotas en el área político-partidista, Amoroso apuesta por un cargo al frente del máximo tribunal del país, algo que sería un paso arriesgado a todas luces en caso de ser elegido, por las violaciones que se harían a la Carta Magna.