Marialbert Barrios no es la típica política de la oposición venezolana: creció en una zona pobre y peligrosa de Caracas, fue criada en el seno de una familia “chavista” y asistió a tantos mítines oficialistas que puede cantar, de memoria, las canciones que glorifican al fallecido presidente Hugo Chávez.
Alexandra Ulmer / Reuters
Sin embargo, en las elecciones legislativas de este mes, Barrios, de 25 años, destronó a los aliados del presidente Nicolás Maduro en una zona pobre de Caracas, tradicionalmente oficialista, y se convirtió en la diputada más joven de la Asamblea Nacional.
“Hay un clamor de cambio. Es un Gobierno maltrecho y ladrón”, dijo Barrios, del partido opositor Primero Justicia, el que más diputados obtuvo de la oposición.
El triunfo de Barrios también ayuda a la oposición a sacudirse la imagen de que está de espaldas a los pobres y gobierna para un puñado de ricos, como acusaba Chávez desde su asunción al poder en 1999 y Maduro repite a menudo.
“La gente necesita diputados que entiendan, que conozcan, que vivan sus mismos problemas”, agregó la nueva diputada.
Inspirada por la estrategia de recorrer los barrios pobres del dos veces candidato presidencial Henrique Capriles, Barrios hizo campaña en el metro, mercados y hasta mientras hacía fila para bienes escasos en su circuito integrado por las zonas de bajos ingresos de Catia, El Junquito y La Pastora.
Otros políticos de la oposición también se impusieron en zonas pobres del país, golpeadas por la recesión, la inflación y la escasez de bienes básicos, que también ayudó a la oposición a ganar los dos tercios de los asientos del parlamento unicameral.
En la barriada 23 de enero, en Caracas, donde reposan los restos de Chávez y en Barinas, estado natal del difunto líder socialista, la oposición ganó la mayoría de los escaños.
Pero aquella oposición, todavía fragmentada y dirigida por hijos de familias ricas, aún tiene una batalla pendiente para convencer a los votantes de que es una alternativa.
A pesar de haber logrado la mayoría calificada de la Asamblea Nacional, la oposición podrá hacer poco para atajar la crisis económica del país petrolero. Sin embargo, Barrios insistirá en la publicación de indicadores económicos y en investigar la corrupción de funcionarios.
Un desafiante presidente Maduro ha dicho que, desde el parlamento, la oposición acabará con los programas sociales del Gobierno, como la “Gran Misión Vivienda Venezuela“, que ha entregado un millón de hogares gratuitos en los últimos años.
Pero líderes como Barrios aseguran que tales proyectos deben ser mejorados, apuntando a que los residentes no cuentan con títulos de propiedad, lo que permitiría al Gobierno presionarlos para que voten por el chavismo.
“Vamos a reforzar las misiones”, dijo. “¿Por qué no dan titularidad? ¿Cómo es posible que a ti te adjudiquen una vivienda para que si votas o no votas te la quiten?”.
Si bien Barrios reconoce que legislar en medio de una crisis económica y en un ambiente altamente polarizado será tirante, destacó que, finalmente, la tan esperada oportunidad de la oposición para lograr un cambio del modelo socialista finalmente llegó.
“Murió un proyecto en el que creyeron mis padres”, dijo sobre su otrora familia chavista, ahora feliz por su triunfo.