Una sala recubierta de madera oscura, con grandes ventanales que dejaban ver la niebla y la lluvia que cubría a la isla de Manhattan, cortinas verdes, alfombra con dibujos que simulaban escudos y espacio para la presencia del jurado fue el escenario donde Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores De Freitas se declararon “No culpables” ante el juez Paul Crotty, publica Diario las Américas.
Por JESSICA CARRILLO/NUEVA YORK
@JessyCarrillo
La segunda audiencia de los sobrinos de la primera dama venezolana, Cilia Flores, comenzó alrededor de las 11:50 am. Los primos Flores aparecieron en la sala unos 15 minutos antes de que el Juez Crotty ingresara al recinto. Ataviados en un uniforme de prisión de color azul marino, pero sin esposas, se sentaron al lado de sus respectivos defensores.
John Reilly y Rebekah Poston, antiguos defensores de Campos Flores, aparecieron ante el juez para solicitarle que fuesen removidos del caso y darle paso al nuevo defensor, esta vez público, Kafahni Nkrumah.
Efraín Antonio Campos Flores, sobrino de Cilia Flores pero criado como su hijo, casi como una especie de ritual se pasaba la mano por los ojos para secarse sus lágrimas, miraba todo a su alrededor, movía sus labios como diciendo una oración, se persignaba y lo hacía una y otra vez. Un “Sí” a punto de quebrarse respondió al juez cuando éste le preguntó que si conocía los cargos que se le imputan. A diferencia de Efraín, Franqui Francisco Flores De Freitas tenía el rostro endurecido, las cejas casi juntas y una mirada que denotaba altivez en lugar de miedo.
Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores De Freitas se encuentran recluidos en el Centro Correccional Metropolitano (MCC, por sus siglas en inglés).
La prisión está ubicada a pocos metros de los tribunales y, según un artículo publicado en The New York Times en 2011, para que un preso pueda ir a la corte desde el MCC debe pasar a través del sótano del edificio ubicado en la calle “Pearl”. Encadenado por los tobillos a la cintura y esposados a las manos, el prisionero camina a través de un túnel de casi 12 metros por debajo del nivel de la calle. Durante estos 50 metros de pasaje de la cárcel a los tribunales, el prisionero y alguaciles federales pasan por los corredores, con puertas electrónicas en cada extremo. Estas son controladas remotamente por los oficiales que vigilan el viaje a través de las cámaras. Una vez que han llegado al extremo norte del túnel, los espera el ascensor de prisioneros.
Durante este paso de la cárcel a los tribunales, nadie pone los ojos en el prisionero excepto los alguaciles y los oficiales en las estaciones de vigilancia. Es decir, es imposible para alguien que esté en la calle saber que debajo caminan lideres de pandillas, terroristas o narcotraficantes.
El ascensor es una especie de jaula cerrada que traslada al recluso hasta las celdas del juzgado. El funcionamiento del ascensor requiere de la activación de múltiples llaves, y solo viaja entre dos puntos: el túnel y las celdas en el palacio de justicia.
Según el NYT los reclusos más peligrosos permanecen encadenados. Cuando se sientan en la mesa de la defensa, sus cadenas se bloquean a un perno en el suelo y envueltos en cinta de vinilo suave para silenciar cualquier ruido metálico. La mesa de la defensa se viste con una falda, para disfrazar el estado encadenado del prisionero.
El juicio aún no comienza
El caso Flores aún se encuentra en la fase de descubrimiento, un paso previo al juicio. El descubrimiento es un proceso por el cual el fiscal, el investigador de la corte, el Juez y los acusados comparten información. Allí la Fiscalía suministra las pruebas y los testigos. Es en esta parte del proceso donde se realizan las deposiciones a todos los involucrados en el caso.
La defensa explicó ante el juez que tuvieron la oportunidad de revisar una importante cantidad de Gigabytes de grabaciones de audio y video y que a su entender la Fiscalía aún tenía que entregarles 25GB adicionales de evidencia.
Luego, el Juez Crotty entregó a la Fiscalía, para su revisión, la declaración jurada de Efraín Campos, que establece que no posee los fondos para pagar defensa privada. Sin objeciones al documento, el Magistrado aprobó la incorporación de Nkrumah como nuevo abogado del caso.
Como hay una nueva defensa en el proceso y más evidencia que analizar se solicitó un diferimiento del descubrimiento de 60 días. El abogado defensor de Efraín Campos, Kafahni Nkrumah, explicó que él prepara el caso como si fuera a juicio, aunque recalcó que hay mucho tiempo para que las cosas puedan cambiar. Tampoco descartó la solicitud de fianza. Y enfatizó en que se está incorporando hoy al caso y que es mucho lo que tiene que revisar antes de poder decir cuál será la estrategia.
Aseguró que hasta ahora no se ha comunicado con ningún representante del Gobierno de Venezuela.