La ministra del Servicio Penitenciario de Venezuela, Iris Varela, dijo hoy que durante 2016 prácticamente la totalidad de los presos en las cárceles del país estarán bajo “el humanitario” régimen oficial, que incluye desde evaluaciones disciplinarias hasta controles periódicos de desarme. EFE
“Estimamos que para el próximo año vamos a estar muy cerca del 100 %” de la población reclusa, de alrededor de 55.000 personas, acatando las normas de este régimen “y toda esta historia de terror en los recintos penitenciarios debe formar parte de un pasado que no puede volver”, declaró la ministra.
“Se cumplen las normas internacionales para el tratamiento a los reclusos, pero más de lo que digan las normas internacionales nosotros tenemos un nuevo régimen que de verdad puede servir de modelo para otras naciones”, subrayó en declaraciones al canal VTV de la televisión estatal.
La ministra dijo el pasado 25 de julio, al conmemorar cuatro años de la creación de su cartera de Estado por el ahora fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013), que entonces había subido al 90 % la cantidad de presos bajo el régimen penitenciario oficial.
Este pasa por el uso de vestimentas propias de reclusos proporcionadas por el ministerio, hasta el cumplimiento de normas que, ha manifestado la funcionaria, se basan “en valores” tales como “el orden, la disciplina, el estudio y el trabajo”.
Los mismo reclusos, por ejemplo, ha destacado, participan en el mantenimiento y la reconstrucción de las cárceles y hasta en la elaboración de sus alimentos.
Para los detractores de la ministra, el formato no pasa de ser “un régimen militar” que incluye obligar a los presos a marchar como soldados e, incluso, “cantar loas” a Chávez, según denunció recientemente el director de la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado.
Con su “régimen militar”, Varela no ha dado, según Prado, “solución estructural a los graves problemas en las cárceles” del país que exhiben altos niveles de violencia que en 2014 dejaron alrededor de tres centenares de muertos.
Según las cuentas del OVP, que han sido descalificadas por Varela, aunque no ha proporcionado cifras oficiales, durante 2014 murieron 309 reclusos en las diferentes instituciones de reclusión del país, cifra que marcó un drástico descenso en comparación a los 506 presos que murieron en las cárceles en 2013.
Siempre según los datos del OVP, los muertos en las cárceles venezolanas sumaron 591 en 2012 y 560 en 2011.
Esta ONG sostiene que el hacinamiento fue de 170 por ciento en 2014, cuando la población interna era de 51.256 presos y las cárceles tenían capacidad para albergar a solo 19.000.
La emergencia “en materia de infraestructura carcelaria” fue decretada por el Gobierno el 19 de octubre de 2012 para facilitar la recuperación o construcción de nuevas prisiones, medida adoptada tras la multiplicación de violentos motines.