España celebrará mañana el tradicional sorteo de la Lotería de Navidad, como cada 22 de diciembre, y que repartirá 2.240 millones de euros en premios (unos 2.432 millones de dólares al cambio actual) para llenar de felicidad gran número de hogares.
El sorteo es un gran evento social en España pues se intercambian números entre familiares, amigos o compañeros de trabajo y se compran también para ayudar a asociaciones con discapacidad u organizaciones sociales.
Todos los jugadores esperan ansiosos a que les toque al menos lo que en España se denomina “un pellizco”, que es algún premio, aunque sea menor.
Como manda la tradición, este año serán nueve niñas y doce niños del colegio de San Ildefonso de Madrid, de entre 9 y 13 años, los encargados de “cantar” los premios.
Este colegio madrileño es una residencia-internado que acoge a niños de 6 a 14 años y donde el 35 por ciento de los estudiantes son de origen inmigrante.
Entre los “cantantes” mañana se encontrarán niños de España, Bolivia, Cabo Verde, Marruecos, Italia, República Dominicana y Rumanía.
Nerviosos e impacientes, dos parejas de niños y niñas participarán en cada premio, de modo que dos de ellos cantan el número y los otros dos el premio.
Hoy a medianoche se cerrará la venta de boletos o participaciones, y todos aspirarán a llevarse el Gordo, para el que la administración ha destinado 640 millones de euros (695 millones de dólares al cambio actual).
La participación más básica es la compra de un décimo, que cuesta veinte euros (unos 21,72 dólares) y con el que se pueden ganar 400.000 euros (unos 434.666 dólares).
Sin embargo, de esa cantidad, la Hacienda Pública se quedaría un 20 por ciento, lo que equivaldría aproximadamente a casi 80.000 euros (unos 86.903 dólares).
El año pasado el gasto medio por persona fue de 52,45 euros (unos 57 dólares).
Hoy, 21 de diciembre, se realiza de forma pública el examen y recuento de las bolas de los números y premios que se cantarán en el Teatro Real de Madrid, sede habitual de representaciones de ópera y grandes conciertos y que desde 2012 es también el escenario de la Lotería de Navidad.
Ante el teatro, que permitirá la entrada a todo el mundo hasta completar el aforo, se formarán largas colas desde horas antes con gente que quiere presenciar en primera persona el sorteo y donde algunos asisten hasta disfrazados.
Todo asistente que lo solicite podrá comprobar las bolas que van a ser utilizadas, antes de que sean introducidas mecánicamente en los dos grandes bombos.
Mañana a las 9.00 (8.00 GMT) comenzarán a girar los bombos y los niños de San Ildefonso cantarán los números que salgan, mientras que muchos ciudadanos mirarán sus décimos esperando a que coincidan con esos “cantos”. EFE