Desde el viernes 18 de diciembre en la tarde hasta el lunes en la madrugada hubo 57 muertes violentas en el Distrito Capital, publica El Nacional.
JAVIER IGNACIO MAYORCA
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Desde el viernes 18 de diciembre en la tarde hasta el lunes en la madrugada hubo 57 muertes violentas en el Distrito Capital.
La cifra es la segunda más elevada de todo el año, solo superada por el primer fin de semana de marzo cuando fueron reportadas 68 víctimas.
Entre el viernes en la tarde y el sábado en la madrugada fueron llevados a medicina legal 15 cadáveres. Otros 21 fueron enviados en las siguientes 24 horas. Igual número ingresó entre el domingo en la tarde y el lunes en la mañana.
La mayoría de las muertes fueron originadas por homicidas. También hubo fallecidos por accidentes de tránsito y causas que aún son investigadas.
Debido a la cantidad de homicidios en Caracas el fin de semana algunas funerarias pidieron a los deudos retardar los funerales un día, y así superar el colapso de sus servicios.
En una gallera del barrio San Blas, en Petare, ocurrió un tiroteo que causó tres muertos y dos personas heridas, el domingo a las 3:00 am. Murieron Luis Arturo Sánchez, de 24 años de edad; César Durán y su primo Germán Alfonso Ocariz, de 31 años y 26 años de edad, respectivamente.
En la gallera se llevaba a cabo una fiesta matinée o de negocios desde el sábado por la noche. Los cuatro atacantes llegaron al lugar en dos motocicletas. Sánchez recibió tres tiros en la cabeza. Era mototaxista de una línea en San Miguel, en Petare.
Cuando comenzaron los disparos, César Durán reparaba un caucho de su moto. Intentó huir corriendo del lugar y le dispararon por la espalda. Luego lo remataron, informó su esposa Liliana La Cruz.
Ocariz fue a la fiesta porque su primo lo convocó. Era productor de audiovisuales. Dejó a su esposa en Puerto La Cruz y viajó a Caracas en diciembre para una entrevista de trabajo en una empresa en la que haría varios videoclips.
Su cónyuge, Deibis Amarista, tenía cuatro días sin saber de él, hasta que la llamaron para informarle que lo habían matado.
Por una cajetilla
A la misma hora en que ocurrió este triple homicidio ocurría otro tiroteo en el barrio El Milagro, en Caucagüita.
Henry Abreu, un residente del sector, resultó herido en la pierna izquierda, debido a una disputa por una caja de cigarrillos. Los agresores señalaban a los acompañantes de Abreu por el hurto.
Deivis Granados escuchó la detonación y se asomó para ver lo ocurrido. Al ver que su primo Abreu estaba herido salió en su moto para socorrerlo. Iba con su hermana de parrillera. Abreu estaba con vida. Granados dejó a su hermana en el sitio y se devolvió para buscar un automóvil que permitiera hacer el traslado del herido. Otros disparos se escucharon. Granados cayó herido a pocos metros del lugar. Su hermana corrió y lo abrazó.
“Me dieron y estoy muerto”, fue todo lo que le dijo. Un proyectil le atravesó el corazón.
Otra víctima de la violencia fue Richard Hernández, de 31 años de edad, vigilante del mercado de Las Adjuntas.
Su hermana Erika Hernández no sabe por qué le dispararon. Ella se enteró de la muerte cuando buscaba a alguien para oficiar un novenario por el deceso de la madre de ambos. Cuando caminaba frente a la estación del Metro Las Adjuntas vio que al hombre lo llevaban, con la ropa ensangrentada, en una moto al CDI del sector. Allí no pudieron auxiliarlo y lo trasladaron al Pérez Carreño donde murió.