Centenares de personas participaron hoy en una marcha del zócalo de la Ciudad de México a la basílica de Guadalupe, en el norte capitalino, donde se celebró una misa para recordar a los 43 estudiantes de Ayotzinapa y a los desaparecidos del país, el día en que se cumplen 15 meses sin los jóvenes.
“Hoy, a 15 meses, para nosotros es desesperante no saber el paradero de nuestros hijos. Estamos luchando para que aparezcan con vida”, dijo a EFE Bernabé Abraham Gaspar, campesino y padre de uno de los estudiantes desaparecidos en el municipio de Iguala, en el sureño estado de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
Esta marcha, organizada por padres de los jóvenes, estudiantes y varias organizaciones sociales, se planteó como una procesión, una caminata entre dos de los principales puntos religiosos de la ciudad, la Catedral Metropolitana y la basílica.
“El mundo en estas fechas se apega mucho a lo espiritual y hoy queremos hacer apego a la sociedad de la Ciudad de México para que nos acompañe. Porque si el Gobierno mexicano le apuesta al cansancio, al tiempo y al olvido, nosotros les recordamos cada 26 que esto, el dolor, está latente”, explicó el portavoz de los padres, Felipe de la Cruz.
En la manifestación se pudieron leer pancartas y escuchar reclamaciones de justicia, críticas al Gobierno Federal y la demanda de presentación con vida de los jóvenes.
Asimismo, y a pesar del trasfondo religioso de la marcha, también se criticó la no intervención de la Iglesia ante la tragedia de las desapariciones en México, que suma más de 26.000 casos desde finales de 2006.
“Es un llamamiento por todos los desaparecidos y sobre todo a esa Iglesia que tenemos que está sorda y que es omisa al dolor de los padres. La Iglesia como tal está al servicio del Gobierno, más no de la ciudadanía”, explicó la manifestante Beatriz Leticia García, una maestra y madre que protesta cada día 26.
En estos días, padres de los 43 instalaron además pinos navideños en el Distrito Federal, Iguala, Chilpancingo y Tixtla con imágenes de los jóvenes colgadas, ello para mandar el mensaje de que siguen buscándolos, declararon los familiares.
El 26 de septiembre del pasado año, seis personas murieron y 43 estudiantes desaparecieron a manos de policías y miembros del crimen organizado en Iguala.
Según la versión oficial, esa noche los 43 alumnos de la escuela para maestros de Ayotzinapa fueron detenidos por policías y entregados a miembros del cártel de Guerrero Unidos, quienes presuntamente los asesinaron e incineraron en un basurero del vecino municipio de Cocula.
Sin embargo, expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que estudian el caso desde marzo pasado cuestionaron esa versión y ahora una unidad especial del Gobierno analiza otras líneas de investigación para hallar la verdad sobre lo ocurrido.
“Tenemos la seguridad que vamos a encontrar los jóvenes con la verdad histórica hecha pedazos por los expertos mediante estudios científicos”, afirmó hoy De la Cruz.
A finales de noviembre, padres de los 43 se mostraron satisfechos por los avances en la investigación tras la creación de esta fiscalía especializada después de reunirse con miembros del Gobierno.
Además, el ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, anunció días más tarde que en enero tiene previsto reunirse con el grupo interdisciplinario de expertos independientes (GIEI) de la CIDH.
Aun con ello, “el acercamiento ha sido hacia la verdad, no hacia el Gobierno, nosotros seguimos en la desconfianza, pero confiamos en la unidad que se creó” porqué en ella participa el grupo de expertos, puntualizó De la Cruz, quien agregó que los padres se reunirán con la fiscal general, Arely Gómez, el próximo 15 de enero.
Sobre las 18.40 hora local (00.40 GMT del domingo) los familiares de los estudiantes ingresaron dentro de la basílica de Guadalupe. EFE