De un escopetazo en la cabeza mataron a Juan Alejandro Flores Pineda, de ocho años, cuando jugaba con la bicicleta de un primo en el frente de su residencia en la calle Porvenir del sector Campo Lara, en el municipio Lagunillas. El mismo proyectil hirió a su hermano mayor, Jordany Josué Flores, de 14. La Policía busca al “Diablo” y al “Guabino”.
Una riña en la casa vecina desató la tragedia el pasado 25 de diciembre a las 7.30 de la noche. Los desconocidos que compartían con los vecinos de los Flores. En la reunión discutieron con otro invitado, sacaron el arma y dispararon para todos lados. Los niños quedaron atrapados en el tiroteo.
Jordany manejaba la bicicleta y Juan iba en la barra. Un proyectil entró por la espalda del hermano mayor, afectó un pulmón y una de sus arterias principales. La misma bala atravesó la cabeza del hermano pequeño. Los perdigones hicieron estragos en sus brazos y dejaron parte de su masa encefálica en el lugar.