El secretario general del histórico partido socialdemócrata de Venezuela, Henry Ramos Allup, candidato a presidir el Parlamento unicameral desde enero próximo, pidió hoy no olvidar las amenazas del ministro Luis Motta de dejar sin empleo a trabajadores bajo su mando que sean “escuálidos” (opositores).
Las reiteradas amenazas del ministro de Energía Eléctrica y presidente de la estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) “no deben olvidarse”, escribió en Twitter el diputado electo Ramos Allup.
A través de la misma red social, el mayor general de la Guardia Nacional (GN, policía militarizada) matizó hoy su amenaza y diferenció entre opositores al presidente Nicolás Maduro y los “escuálidos”, a quienes definió como saboteadores.
“Opositor es el que tiene una posición política diferente a la del Gobierno. Escuálido es el que la tiene, pero sabotea; ese va pa’fuera”, sostuvo.
Motta aseguró el pasado día 21 tener las pruebas de 42 casos de “sabotaje” al servicio eléctrico en el último mes, luego de que en noviembre informó del deceso de cuatro personas electrocutadas cuando intentaban “sabotear” el sistema eléctrico.
El ministro ha sido blanco de censuras opositoras desde que se le escuchó su anuncio de despidos masivos por primera vez, el pasado 22 de diciembre, durante una manifestación de trabajadores afines a Maduro, que por su parte también achacan a líderes opositores planes de despido masivo por razones políticas, entre ellos al mismo Ramos Allup.
“Me voy a radicalizar más que nunca y todo el que sea escuálido fuera de la corporación. ¡Fuera de la corporación!”, gritó Motta ese día en un discurso frente al palacio presidencial en el marco de movilizaciones obreras tras las elecciones parlamentarias de este mes, que dejaron 112 diputados opositores y 55 oficialistas electos.
El funcionario también ha sido criticado por organizaciones defensoras de derechos humanos y laborales que han pedido a Maduro que lo destituya, aunque éste ya ha repetido tras el revés electoral que decidió que los militares en el Ejecutivo vuelvan a los cuarteles.
El asunto recuerda una amenaza similar proferida en abril de 2013, tras las elecciones presidenciales ganadas entonces por Maduro, por el entonces ministro de Vivienda, Ricardo Molina, asimismo registrada en un vídeo.
Molina dice en la grabación que no le importan las leyes laborales, que no tolerará que nadie critique al Gobierno en su ministerio y llama a los trabajadores que simpaticen con el partido opositor Voluntad Popular a que dimitan o él mismo los echará.
“No acepto militantes de partidos fascistas, quien quiera ser militante de Voluntad Popular, ese partido fascista de Leopoldo López (máximo dirigente de esa formación, hoy encarcelado), que renuncie, porque si no renuncia yo mismo lo voy a botar”, afirmó Molina.
Carlos Vecchio, dirigente político de Voluntad Popular, rechazó el calificativo y sostuvo en esa oportunidad que lo dicho por Molina sí era “una conducta típica del fascismo”. EFE