01. He aquí una tensión que se produce entre la aspiración a la modernidad y el encuentro de una identidad más diáfana, y le agregamos, por ahora, salir de este intento de regreso a la colonia.
Por Nelson Maica C
02. El culto a los castros, promovidos por un clan mafioso desde el gobierno en estos 17 años, cuando precisamente venían ellos en franco declive. Las jerarquías económicas dejaron de tomar como ascendientes a las referencias territoriales desde hace bastante tiempo. El poder dejo de medirse por la cantidad de población y territorio.
03. Venezuela parecía importante por su reserva, producción y exportación de petróleo, no por la innovación tecnológica ni por ser un jugador importante en el tablero de ajedrez político mundial.
04. Tanto el Siglo XIX como el XX coloco en el tapete el hecho de que los venezolanos no mostraron ambiciones capitalistas como por ejemplo los Chinos.
05. La burguesía venezolana se mostro como “compradora”, rentista, aprovechadora, desprovista de afición a la empresa. Esto aumento el retraso con relación al mundo exterior en un movimiento siempre de repliegue sobre sí misma para asegurar sus privilegios.
06. Un país como Venezuela no debía permitírselo; pero lo hizo y, además, no tenía los medios para impedirlo. La identidad cultural y el ascendiente totalitario colonial eran sus manifestaciones naturales.
07. Parece ser que cuanto más quieren los venezolanos progresar, modernizarse, conectarse el mundo, emplea menos esfuerzos en hacerlo, lograrlo.
08. Solo así se explica este absurdo de 17 años bajo los castro. Esta es una gran tensión entre quienes quieren y buscan la modernización, el progreso, el bienestar, y quienes todavía andan tras mitos, protectores, papas, amos, etc., en fin, ser dependientes de algo o de alguien y que les permita saciar sus bajos instintos con impunidad.
09. La Venezuela actual, sin duda, está dominada por el complejo de sitio y por dos versiones: una que mira al mundo exterior con cierto recelo, desconfianza y temor; la otra, mira a ese mundo exterior con hostilidad, rechazo violento.
10. Quienes buscan la modernidad quieren ser los líderes ante el mundo y usarlo como un instrumento de cambio a su servicio. Se han opuesto a hacerlo antes porque se exponían al libre cambio de productos, ideas y medios de comunicación.
11. Quienes son y han sido hostiles al mundo exterior lo han hecho y hacen supuestamente porque cualquier apertura daría paso a la infiltración y a la oposición y asegura su desplazamiento y/o su desaparición.
12. ¿Otra tensión?
Caracas, 26/12/2015
NMC/nmc.-