Los venezolanos y la ruleta del mal, tras 17 años de “revolución”.
Gracias a las cámaras de vigilancia de las casas aledañas, observamos el modus operandi de un secuestro realizado en la calle Altamira del Country Club de Caracas a las 8:30 pm del 28 de diciembre, la calle de las embajadas de Perú, Brasil y Japón.
A continuación el testimonio del secuestrado, al cual LaPatilla.com tuvo acceso en exclusiva.
“Me interceptaron dos camionetas, Explorer y Grand Cherokee, venía subiendo esa calle y las 2 venían bajando, una me paso y la otra me entrompo de frente y me freno a un metro. Allí me metieron en una de las camionetas, y te pegan, insultan, te preguntan de todo… trabajo, familia, hijos, y nombre a quien llamar para que aflojen real”.
“Y lo que piden es dólares, euros, oro y relojes valiosos. Puede servir un Play Station nuevo también. De allí estuve 6 horas mirando hacia abajo. No supe nunca donde estaba ni vi ninguna cara. Solo hay que hacer caso, no hablar a menos que te pregunten (hay que estar preparados a que responder), y aguantar los coñazos como un macho”.
“La primera hora es muy dura porque ellos demuestran el mando, el poder, a punta de frases muy crudas de tiros, muerte, quemar tu cuerpo, cortar dedos, arrancar uñas, etc…”
“Y una vez comienzan las llamadas y ven la disposición a pagar rescate, ya es otro proceso que vivió mi esposa… A muy groso modo pasé entre una camioneta metido y un hueco en medio de las escaleras, los pasillos de un barrio que creo fue la Cota 905 todas las 6 horas… gracias a Dios lo cuento y a seguir adelante. Un abrazo a todos”.