Tú eres quien logró el “milagro” del pasado 6 de diciembre. Asumiste tu poder ciudadano y votaste en favor de un cambio, aún con sentimientos encontrados y más aún, venciendo temores. Es tu gran mérito al haber cuidado tu voto o haber apoyado a quienes te lo cuidaron. Te puedes llamar orgullosamente: ciudadano.
Por asociación civil “Primer Poder”
Has podido comprobar que la democracia no es un regalo, sino un derecho que implica el deber de trabajar para que sea una realidad. Todas las realidades son producto del trabajo. Así que … la maravillosa oportunidad que hoy tienes gracias a tu trabajo, la debes capitalizar con tu trabajo. ¿Quieres cambio? Ya creaste al organismo estatal que te va a dar esa oportunidad. Ahora, ¡el cambio es tuyo!
La democracia es el sistema administrativo público donde el ciudadano elije funcionarios estatales para que le sean suministrados beneficios colectivos y le sean protegidos sus naturales derechos humanos. En 205 años como país independiente, hemos vivido apenas cuatro décadas de grandes beneficios pero con un incompleto proyecto de democracia al que hoy podemos perfeccionar y/o completar. ¿Quieres democracia? ¿No quieres más minorías beneficiadas y mayorías en pobreza? ¿No quieres otra dictadura? ¿Quieres pluralidad, paz y progreso estables? Ya creaste al organismo estatal que te va a dar esa oportunidad de crear el cambio que quieres. Ahora, decide como es ese cambio ¡Constrúyelo! Actívate en partidos políticos o en organizaciones ciudadanas.
Desde febrero del año 2002 –hace 14 años- esta organización ciudadana (no partidista) “Primer Poder” ha realizado una investigación gerencial y profesional sobre el Estado Nacional, con el fin de detectar los problemas de fondo que nos han repetido la destrucción del país y la incesante presencia mayoritaria de la pobreza a lo largo de nuestros 205 años. Tal estudio revisó y revisa permanentemente documentos oficiales desde 1936 hasta el presente; y como resultado hemos presentando desde el 2006 (de manera privada), propuestas de solución. Aquí te damos un resumen de nuestras ideas para que tú decidas.
EL PRESENTE
Todos sabemos que el pasado 6D más de 2/3 de los curules (112/167) pasaron a manos de las fuerzas de signo democrático, dejando al dictatorial régimen narco-castrista en una escuálida posición minoritaria dentro de la nueva Asamblea Nacional. Los “rojos”ni siquiera tienen seguridad de sus “propios” Diputados.
La nueva AN asume responsabilidades el próximo 5 de enero y en estos sus últimos momentos, el régimen inventa maniobras ilegítimas que atrasen su final. ¡Fracasarán! No hay vuelta atrás. No menos del 80% en Venezuela quiere cambio. No nos sorprendamos de “saltos” de Diputados hacia el bando democrático. Rumores acusan a un número de casi 10 “rojos” que podrían negociar sólo por tener garantías lógicas. ¿Por qué no? Hay mucha gente decente entre los “rojos” que no quieren seguir bajo el mando narco-castrista. Aquí la guerra no es contra bandos ideológicos, sino de la civilización contra la barbarie.
Las fuerzas democráticas van a restituir al orden constitucional y de esa forma, los Poderes estatales aplicarán medidas legales que en definitiva desmontarán al sistema totalitarista de corrupción, destrucción, delincuencia y narcotráfico.
Pero las acciones de la nueva AN tienen un lógico alcance ya que el Poder Ejecutivo es el que tiene el “juego trancado” con medidas económicas insensatas imitando al nefasto modelo castro-cubano. Esta situación no se va a modificar ya que Nicolás Maduro no da muestras de cambio de dirección. Es decir, todo lo que viene a manos de este mandatario es peor de lo que ya sufrimos y su destitución es el imperativo mandato popular que masivamente votó buscando contra tal modelo político-económico.
Las fuerzas democráticas con 2/3 de los votos tienen capacidad para pedir un referendo revocatorio. Es posible hacerlo pero exige un esfuerzo electoral muy grande al requerir una cifra mayor a la cantidad de votos que sacó Maduro en el 2013. Con esto solamente cambiamos al Presidente para luego elegir a otro.
Con un nuevo Presidente de la República muy seguramente se anularán todas las absurdas medidas que han empeorado nuestra calidad de vida, pero “por ahora”.
Cambiar solamente al Presidente sirve para “meter el sucio bajo la alfombra”.
LO QUE NOS IMPONE LA REPETICIÓN DE ERRORES
Por un lado, en 205 años de vida como un país independiente y bajo el nombre de Venezuela, hemos tenido 51 Presidentes (a cuenta corta) y 160 años de totalitarismo – incluyendo a los últimos 16. Esto significa que –excusando los 40 años de gobiernos civiles- la pobreza ha dominado y empeorado a pesar del petróleo. Desde 1978 hasta el presente, la democracia es más un ideal que un sistema donde la ciudadanía elije funcionarios para el beneficio ciudadano y entre muchas razones, esto ocurre porque no tenemos un “Estado Plural”, sino un diseño, que desde el inicio, imita al Estado monárquico, donde el Presidente y su minoría concentran tanto poder como un Rey y su Corte, para el beneficio de las minorías gobernantes. Así se anula el término de república o res publicae (propiedad pública, en latín). El beneficio minoritario anula al democrático.
LA INEPTITUD “CONSTITUCIONALIZADA”
Tal concentración de poder estatal no solamente abre constitucionalmente las puertas para las dictaduras, sino que además convierte al Presidente en un Rey, además de –cuasi- totalitario en inepto, por deber y derecho constitucional.
Nuestro análisis acusa que entre 1958 y 1998 de las 65 áreas operativas del Estado Nacional, 58 (89%) eran del “mago” de Miraflores. Geo-administrativamente el Estado hasta 1958 abarcaba unos 15 municipios, haciendo que aquel Presidente (rey-dictador) se ocupara de menos del 5% del territorio nacional. 20 años más tarde, luego de construir la infraestructura que en no menos de un 80% utilizamos en el presente, a partir de 1978, el desarrollo del país, exponenció al espacio administrativo del Estado Nacional, llevándolo de 15 municipios a 335 (más de 22 veces su área operativa original). Aún con la autonomía administrativa de Gobernadores y Alcaldes, el Presidente sigue siendo el responsable del gigantesco aparato estatal y de los servicios públicos en tan inmenso territorio; con el agravante, de que mientras el país se había desarrollado, el Estado Nacional mantuvo el mismo y estrecho diseño “gerencial” establecido desde los días coloniales. Irónicamente, el desarrollo creado por los gobiernos civiles fue el que conspiró contra los inmensos beneficios colectivos logrados por estos, al no tener un aparato estatal que pudiera darle respuestas a las nuevas necesidades. El inmenso aparato achicharra a quien llega a la “silla”, haciendo que esta deje de ser “presidencial” para ser una “silla eléctrica”. Esta es la razón primordial por la que –desde los años 80 hasta la fecha- todo Presidente del Ejecutivo Nacional termina su mandato con un inmenso rechazo.
En resumen. Bajo el tradicional diseño estatal, el Presidente-Rey, tiene entre 58 y 65 áreas operativas que deben dar servicio a 335 municipios donde vivimos más de 30 millones de habitantes. Además controla a todo el ingreso nacional, a las hoy más de 5.000 empresas estatales y debe asistir a compromisos dentro y fuera del país; sin olvidar que debe recibir diariamente colas de solicitantes de favores, tanto en “alpargatas”, como en “Mercedes Benz”. Nadie sobre el planeta puede con semejante carga de trabajo, lo cual hace imposible que los ciudadanos podamos recibir de manera eficiente y estable, las respuestas y beneficios colectivos que están comprometidos bajo el concepto de democracia.
EL ELECTORALISMO ANTIDEMOCRÁTICO
No podemos dejar afuera a uno de los factores que más han conspirado contra la democracia y así contra nuestro bienestar colectivo. El electoralismo mediático.
La misma llegada del desarrollo durante los años 60 y 70, llevó energía eléctrica y nuevos puentes y vías de comunicación asfaltadas a casi el 90% del país – incluyendo a barrios superpoblados dentro de zonas urbanas. Los positivos sobran mencionarlos al contrastar a la Venezuela rural de aquellos años con la actual que hoy utilizamos (mal que bien). Estas obras igualmente ayudaron al desarrollo de los medios de comunicación, tanto impresos como radio-eléctricos. Muy bien por estos medios y por toda la ciudadanía que podía disfrutar de las grandes ventajas que implican. Sin embargo. El exitoso trabajo de los partidos políticos que impulsó tal desarrollo, tuvo en el mismo a su principal enemigo.
A partir de los años 40 se fundan los partidos políticos más conocidos como Acción Democrática (AD) y COPEI. Ante la casi inexistente infraestructura comunicacional que imperó hasta la llegada del período civil, estos partidos estaban obligados a organizar una red humana de contacto directo con los habitantes de todos los rincones del país. Un factor que fue decisivo entre 1958 y 1978 para construir conjuntamente el desarrollo con el Estado Nacional.
El progreso comunicacional fue inicialmente aprovechado por los partidos políticos para sus campañas electorales. Este beneficio, sin embargo conllevó un cambio sustantivo en la manera de contactar al ciudadano, ya que los dirigentes partidistas comenzaron a abandonar al contacto directo por el mediático. No sólo se abandonó al ciudadano, sino también a las bases activistas. Lo que fue una gran fortaleza por décadas, se fue debilitando hasta ser un enemigo por décadas.
A partir de aquel momento la política fue sustituida por el electoralismo mediático. Aquella gerencia de beneficios para la polis (o política), terminó siendo una vacía actividad que sólo perseguía triunfos electorales a través de la saturación de ilusiones transmitidas por los medios de comunicación. El presente nos dice que el problema antes de mejorar, ha empeorado en el tiempo.
Tal electoralismo mediático, no solamente aleja a los responsables de las soluciones, sino que compromete a los candidatos a puestos públicos a requerir de grandes fuentes de dinero, hasta sucumbir a la tentación de vender la honradez de sus ofertas, con tal de alcanzar el poder. Así las hipotecas electorales someten a los funcionarios ante sus financistas. La minoría clientelar (patrocinantes y activistas) terminan por descuartizar el botín del Estado para su muy exclusivo beneficio. Tal peligro se ha exponenciado en fechas recientes cuando el narcotráfico ha penetrado profundamente en nuestra sociedad política.
Hemos visto un resumen de los problemas de fondo que van a repetirnos los mismos problemas que estamos sufriendo en 205 años de Presidencialismo.
TU GRAN OPORTUNIDAD DE HOY
En 1999 Hugo Chávez con la Asamblea Constituyente que derrocó a la “moribunda” Constitución Nacional, desperdició la extraordinaria oportunidad de rediseñar un nuevo Estado Nacional que eliminara los vicios estructurales que hasta entonces llevaban 189 años como país. Si en aquel momento se hubiera acabado con el Presidencialismo, nunca más el electoralismo mediático, sus hipotecas y clientelas (hasta del narcotráfico) hubieran acabado con el país y el hiperingreso petrolero que totalizó más cuatro veces el ingreso del Siglo 20. El hiperpoder presidencial se fue exponenciado y así se exponenciaron sus vicios.
Hoy, a inicios del año 2016, los venezolanos volvemos a tener otra gran oportunidad; pero esta vez, no son “ellos”, sino TÚ. La oportunidad es tuya.
Si trabajas por hacer los cambios tienes a 2/3 de la nueva Asamblea Nacional para que se convoque a una nueva Asamblea Constituyente que desmantele al actual Estado Nacional, colocando a dicha Asamblea a la cabeza mientras se hace un cambio constitucional. En este caso, el Ejecutivo pasa al control de la misma Asamblea y con ello se hacen cambios inmediatos que atenúen la pésima circunstancia que estamos viviendo. Así, acabaríamos con la circunstancia, pero ¿acabaremos con los problemas de fondo que han traído 160 años de dictaduras destructoras del país en los 205 años que llevamos como una supuesta república?
Repasando al problema: Lo circunstancial puede mejorar por unos meses y hasta quizás por unos años, pero tres grandes amenazas nos acechan. Una es la ineptitud del modelo presidencialista que ha traído este resultado de destrucción y pobreza en 205 republicanos; la segunda, es que tal modelo de concentración de poder en una sola persona y su minoría acólita podrá permitir el regreso de otro dictador (narco-comunista o narco-derechista); y la tercera, nunca última, es que el narcotráfico está instalado en Venezuela listo para financiar a otras candidaturas que le vuelvan a restituir el poder de todo el Estado Nacional.
Realmente el momento es tan crítico como favorable para hacer los cambios vitales que nos garanticen el fundar una verdadera república (res publicae o propiedad pública) y una verdadera democracia, donde la pluralidad defienda el uso público de los recursos públicos, la representación de la ciudadanía, el control de las regiones y de la sociedad civil sobre el Estado Nacional y la redistribución de las cargas operativas de este Estado, donde un Presidente o Primer Ministro, electo por vía popular se ocupe de los servicios públicos gratuitos, mientras todas las áreas profesionales sean gerenciadas por profesionales dentro de nuevos Poderes bajo tutela Parlamentaria.
NUESTRA PROPUESTA: EL “ESTADO PLURAL”.
PROPUESTA: El “Estado Plural”, es todo lo opuesto al Presidencialismo antidemocrático e inepto. Esta propuesta gerencial, pluraliza el control sobre el Estado Nacional mediante un consorcio de 24 Parlamentos Regionales o Parlamento Nacional. Bajo el control de las regiones y de la sociedad civil, se acaba con el poder totalitario de una minoría central. El “Estado Plural” garantiza: república, democracia, control plural, poder civil, justicia, igualdad de derechos y deberes, progreso, paz, estabilidad y blindaje contra dictaduras.
Einstein decía: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando resultados diferentes.” La historia sólo atiende a quienes crean etapas, no a quienes las rellenan. ¿Seguimos haciendo lo mismo para rellenar la misma etapa o construimos una democracia y república, VERDADERAS? ¿Serás tú uno de los líderes de la nueva etapa que de beneficios colectivos por varias generaciones?
El momento de la Constituyente es hoy. No fue ayer, con pataletas de niño; ni será mañana con llantos de irresponsables. La asertividad reconoce al momento.
1810 fue un momento donde se aprovechó la debilidad de la Corona Española para ser quienes iniciáramos la debacle del Imperio Español. El actual momento es el que nos va a permitir corregir los errores del presidencialismo que ha imitado al centralista e individualista modelo monárquico absolutista español (de entonces). Es el momento en que podremos diseñar a un Estado que blinde a la democracia contra nuevos dictadores, convierta a las Regiones en parte del Estado Nacional y sobre todo, haga que la ciudadanía sea parte de este nuevo Estado para que sus beneficios y derechos encuentren un sólido poder que de contrapeso a los posible abusos de partidos políticos y sus vicios clientelares.
2016 abre una oportunidad histórica para Venezuela y para toda la región latinoaméricana. Podremos ser nuevamente la referencia de modernidad y desarrollo del continente, con un modelo estatal realmente democrático.
Somos venezolanos y tenemos este poder en nuestros genes ¡SI PODEMOS!
PRONTO será el lanzamiento masivo del “Proyecto Grifo” (El “Estado Plural”).