Arabia Saudita elevó el lunes el tono de su disputa con Irán al sostener que podría suspender el tráfico aéreo entre las naciones y poner fin al intercambio comercial, y además demandó que Teherán actúe “como un país normal” para que las relaciones diplomáticas sean restauradas.
El ministro de Relaciones Exteriores saudí, Adel al-Jubeir, dijo a Reuters en una entrevista que Irán fue responsable de elevar las tensiones en Oriente Medio luego de que el reino ejecutara el sábado al clérigo chií Nimr al-Nimr, a quien describió como un terrorista.
Jubeir, quien insistió en que Riad reaccionaría a la “agresión iraní”, acusó a Teherán de enviar hombres armados a los países árabes y tramar ataques dentro del reino y sus vecinos del Golfo.
“No hay una escalada de parte de Arabia Saudita. Nuestra decisiones son reactivas. Los iraníes fueron al Líbano. Los iraníes enviaron a su Fuerza Qods y a la Guardia Revolucionaria a Siria” explicó.
La ejecución de Nimr provocó protestas entre los chiíes en toda la región y manifestantes iraníes ingresaron a la embajada saudí en Teherán, causando daños en el edificio. Esto generó que Riad cortara relaciones con Irán, complicando aún más una tensa relación entre los países.
Los peregrinos iraníes seguirán siendo recibidos en Arabia Saudita para acudir a La Meca y a Medina, destacó Jubeir, quien añadió que Irán debería comportarse como “un país normal” y no como un Estado en “revolución”, respetando las normas internacionales a fin de que los lazos sean restaurados.