Obvio que para avanzar en la dirección del cambio político estarán presente diversas y nuevas dificultades, el camino no está despejado ni cubierto de rosas sin espinas, pero la perseverancia en la búsqueda del objetivo principal, sin distraernos de lo que es central, con la disposición a sortear los obstáculos, con creatividad para actuar en medio de la complejidad y la imprescindible conducción unitaria en un desempeño como el hasta ahora demostrado, puede avanzarse firmemente y al ritmo necesario marchar en la ruta de los cambios.
Una buena señal fue la manera como se designaron las posiciones directivas que ocuparán las fuerzas democráticas en la Asamblea, la combinación del consenso (forma que no puede descartarse nunca) con la elección democrática produjo un resultado que entre otras virtudes tiene el de la conservación y desarrollo de la política unitaria.
Con la elección de Henry Ramos Allup para conducir ese órgano en este primer año se valoró la experiencia y destreza en el manejo parlamentario, me atrevo asegurar, a diferencia de quienes tienen expectativas distintas con su futuro desempeño, que precisamente por su experiencia,Henry manteniendo la firmeza necesaria para presidir la AN en esta difícil coyuntura; actuará institucionalmente, más allá de su carácter polémico, tendrá como ya lo anunció en las declaraciones inmediatas a su elección, un trato radicalmente distinto a el de su antecesor con la minoría parlamentaria. Intervendrá en ocasiones estelares, no interrumpirá impertinentemente e intentará rescatar la majestad de una presidencia que ha sido tan devaluada.Me permito hacer estas consideraciones por haber compartido con Ramos Allup varios períodos en el anterior Congreso y durante algunos años como jefe de fracciones distintas, pero en una convivencia totalmente diferente a la conocida por la AN durante toda su existencia.
Este será un nuevo y decisivo avance en la dirección que hemos venido señalando recurrentemente, entramos en el preámbulo de una nueva época. Pompeyo Márquez en su último artículo también desarrolla esta idea, me sentí sumamente complacido en coincidir, sin haberlo conversado, con el compañero y amigo de tantas luchas,que pese a sus padecimientos físicos conserva a plenitud su extraordinaria lucidez.
Ante la nueva situación la Asamblea Nacional jugará un rol decisivo, la dirección política se ha venido colocando a la altura de las exigencias, faltan retos por asumir y debemos respaldarla para poder alcanzar el éxito, hay que adaptar la organización y la conducción a los desafíos del porvenir inmediato, actuar con la mayor amplitud posible, reducir las manifestaciones de sectarismo (aún presentes) a su mínima expresión, estar atentos a las más diversas expresiones sociales, incluso las que provienen de territorios antes influenciadas por el adversario, enriquecerán la elaboración y el análisis político; aspectos claves para una acción exitosa. Al hacerlo seremos fieles a nuestras convicciones democráticas y a los requerimientos del momento histórico que nos ha correspondido vivir.
Luis Manuel Esculpi