Estados Unidos y Japón han solicitado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para imponer más sanciones a Corea del Norte tras la prueba hoy de una bomba nuclear de hidrógeno, que ha suscitado la alarma mundial y que hasta desconocía China, principal aliado del régimen de Kim Jong-un.
En esa reunión del Consejo de Seguridad, Japón pedirá “una nueva resolución” para sancionar al régimen de Pyongyang, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia Kyodo.
En respuesta a las tres pruebas realizadas con anterioridad por Pyongyang en 2006, 2009 y 2013 el Consejo de Seguridad ya impuso fuertes sanciones al país que limitan de forma estricta sus transacciones internacionales y agudizan su aislamiento económico.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que si se confirma que efectivamente se ha realizado la prueba supondría una clara violación de las resoluciones de la ONU, mientras que EEUU adelantó que en ese caso responderá “apropiadamente”.
“Continuaremos protegiendo y defendiendo a nuestros aliados en la región, incluida la República de Corea (Corea del Sur), y responderemos apropiadamente a todas y cada una de las provocaciones de Corea del Norte”, dijo hoy el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, condenó “enérgicamente” el nuevo ensayo nuclear norcoreano, y aseguró que su país dará una “firme respuesta” ante lo que considera una “grave amenaza” para su seguridad que no va a “tolerar de ninguna manera”.
Abe habló a los medios poco antes de las 04.00 GMT, media hora después de que el régimen de Pyongyang anunciara por su televisión estatal haber realizado su primera prueba con una bomba nuclear de hidrógeno.
“Viola claramente las resoluciones del Comité de Seguridad de las Naciones Unidas y es un desafío grave contra las medidas que estamos llevando a cabo para lograr la desnuclearización mundial”, insistió el primer ministro nipón.
Abe aseguró que Japón, que recientemente fue designado país miembro no permanente del Comité de Seguridad de la ONU, estrechará su cooperación con Estados Unidos, Corea del Sur, China y Rusia “para tomar medidas integrales”.
Corea del Sur “condena enérgicamente a Corea del Norte por llevar a cabo una cuarta prueba nuclear en una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad”, expresó por su lado el Ministerio de Exteriores de este país en un comunicado.
Seúl se ha comprometido a cooperar con Estados Unidos y otros países para dar las respuestas necesarias, entre ellas ampliar las sanciones que la ONU ya impone a Corea del Norte por sus anteriores ensayos atómicos y de misiles.
La presidenta surcoreana, Park Geun-hye, convocó una reunión del Consejo Nacional de Seguridad, mientras que las fuerzas armadas elevaron el nivel de alerta de las tropas y extremaron la vigilancia.
China rechazó con firmeza el ensayo atómico norcoreano, y pidió al régimen de Pyongyang que mantenga su compromiso con la desnuclearización de la península coreana.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, anunció que Pekín llamará a consultas a un representante norcoreano, sin detallar si sería el embajador.
Asimismo leyó una declaración en la que, además de expresar la repulsa de su Gobierno, aseguró que “China no sabía nada” con antelación al ensayo.
El tono de esta declaración es el más duro mostrado en mucho tiempo por China hacia Corea del Norte, que tiene en Pekín a su principal apoyo político y económico, pero la relación bilateral está muy lejos de pasar por su mejor momento.
“China cumplirá sus obligaciones internacionales y trabajará con la comunidad internacional para hacer realidad el objetivo de la desnuclearización de la península coreana”, añadió.
Francia, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, también reclamó “una reacción fuerte de la comunidad internacional”, en lo que aparece claramente como un primer paso para endurecer las sanciones contra el régimen norcoreano.
El presidente francés, François Hollande, calificó de “inaceptable” la prueba nuclear y reclamó “una reacción fuerte de la comunidad internacional”.
En Taiwán, el presidente Ma Ying-jeou, convocó una reunión de seguridad al más alto nivel para tomar medidas y pidió a las unidades de seguridad nacional que sigan muy de cerca la situación, dada la relativa cercanía de la isla a Corea del Norte.
Por último, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, pidió a Corea del Norte que se involucre de nuevo en un diálogo con la comunidad internacional y ponga fin a su “comportamiento ilegal y peligroso”. EFE