“Dios proveerá”, dijo hace un año el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, esperando que los precios del petróleo se recuperaran y llegaran los dólares para cumplir con millonarios pagos de deuda externa, reseña Reuters.
Por Corina Pons/ Reuters
Aunque el barril de crudo siguió deprimido y los ingresos por exportaciones petroleras llegaron a cuentagotas, el gobierno socialista honró el año pasado con mucho esfuerzo el pago de 10.500 millones de dólares, recurriendo a las reservas internacionales, que quedaron en mínimos de 12 años.
Pero este año, Maduro tiene aún más motivos para apelar a su fe: su Gobierno debe pagar unos 9.500 millones de dólares, entre vencimientos e intereses de deuda externa, y el monto representa más de la mitad de sus reservas, según datos de Thomson Reuters.
Para empeorar las cosas, el mercado de opciones a futuro del crudo -la mayor fuente de divisas del país- sugiere que el desplome del precio aún no toca fondo.
“Estamos frente a una crisis, una verdadera crisis”, admitió Maduro esta semana durante un acto transmitido por la televisión estatal en el que modificó su gabinete y anunció que presentaría en pocos días “un plan de emergencia económica”.
“No hay ninguna perspectiva que a corto ni a mediano plazo (el mercado petrolero) mejore y eso ha afectado el ingreso del 70 por ciento de las divisas”, apuntó el presidente.
Venezuela, que produce casi solamente petróleo e importa el resto de sus insumos y lo que consume, tiene en sus arcas 16.000 millones de dólares. Y eso pese a que en el 2015 su filial en Estados Unidos emitió deuda y aceptó con descuento un pago anticipado por la venta de crudo a países caribeños.
La cesta venezolana de crudo y derivados, cuyo precio cayó a la mitad el último año, cotizó esta semana a 27,87 dólares por barril.
De mantenerse el precio del crudo local por debajo de 40 dólares, los analistas temen que a Venezuela no le alcance para cumplir con el pago de deuda si el Gobierno no pone más disciplina y minimiza los gastos en dólares.
“A 35 dólares por barril las reformas son necesarias para evitar un incumplimiento. De otra forma, la situación es insostenible”, dijo la firma Síntesis Financiera en un reporte, donde sugirió flexibilizar controles de cambio y precios.
China ha financiado con préstamos a Venezuela para importar productos y es posible que Caracas busque más apoyo financiero de su aliado ideológico este año. Hasta ahora, Pekín no ha prestado dinero a Venezuela para cancelar obligaciones de deuda.
Compromiso inminente
El primer dolor de cabeza llegará en febrero. Venezuela debe cancelar unos 2.000 millones de dólares en servicios de deuda externa. Según cálculos privados, en las arcas del Banco Central (BCV) hay apenas unos 2.400 millones de dólares en efectivo.
El resto de los ahorros que tiene el BCV están invertidos en lingotes de oro, que puede transformar temporalmente en dinero líquido si repite operaciones financieras como unos canjes realizados el año pasado.
Pero el valor de las reservas de oro también se ha reducido con el retroceso de un 10 por ciento del precio del metal en 2015. En ese mismo período, Venezuela retiró además parte de los ahorros que mantiene en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para mejorar la liquidez.
Con cada vez menos margen de maniobra, una opción que tiene este año el Gobierno es volver a reducir las importaciones para priorizar los pagos de deuda externa.
Pero esa medida profundiza la escasez en las tiendas y comprometería el apoyo popular del oficialismo en las elecciones regionales de fines de año, después que el malestar por la crisis contribuyó a una derrota electoral en diciembre.
Maduro y su equipo aseguraron en las últimas semanas ser víctimas de un “bloqueo financiero” provocado por opositores y factores externos que les impiden renegociar o emitir más deuda.
La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que tiene los pagos más pesados a fin de año, está estudiando proponer un canje a tenedores de sus bonos, dijo su presidente en noviembre.
Desde el 2014 la empresa está previendo alargar vencimientos de sus títulos para el 2018 y 2019, pero hasta fines del año pasado el mercado no había recibido ninguna oferta concreta, dijo una fuente del sector financiero.